La izquierda critica la arbitraria utilización de bolsas de trabajo y convocatorias públicas y el abuso de entrevistas personales subjetivas y realizadas por personal no cualificado para decantar la selección de los aspirantes a los puestos ofertados
La empresa pública de limpieza de Lorca, LIMUSA, con su azarosa y tormentosa historia que acabó llevando a la cárcel a su gerente hace tres lustros, sigue sin ser el ejemplo de gestión transparente y claridad que Lorca merecería y que los lorquinos que aspiran a un trabajo en el sector público local exigen.
Al margen de sus logros, o su falta de ellos, en la efectiva limpieza viaria de Lorca, que son opinables y, desde nuestro punto de vista, también “manifiestamente mejorables”, lo que sí es una evidencia es que aún no se ha encontrado un sistema de selección de su personal que no genere desconfianza entre muchos aspirantes que se presentan a sus procesos selectivos “sólo” con sus méritos y con sus conocimientos plasmados en un examen.
Sosa afirma que en la actualidad hay abiertos varios procesos selectivos y se sigue abusando, por parte de los políticos que gestionan la empresa, de un sistema de selección poco garantista. De un lado no se entiende que no haya garantía en torno a la duración de las bolsas de trabajo; no es de recibo que no tengan una vigencia temporal garantizada que respete a todos los aspirantes que en su día superaron las pruebas del proceso y llegaron a formar parte de ella. Si la bolsa aún está abierta, no se puede convocar arbitrariamente un nuevo proceso de selección que frustre las expectativas y derechos de quienes aprobaron en su día el anterior proceso y fueron incluidos en la bolsa.
Por otro lado, y haciéndose eco de las críticas que le llegan de algunos aspirantes, Sosa sostiene que recurrir a la entrevista personal para torcer y “corregir” el orden de los aspirantes que se ha logrado mediante los exámenes, es absolutamente irregular y arbitrario, y más aún cuando, como es el caso, esa entrevista se realiza por personas que no reúnen la cualificación precisa para realizar este tipo de entrevistas cargadas de subjetividad y que pueden “torcer” el resultado final del proceso selectivo.
Sosa ha terminado afirmando que LIMUSA requiere muchos cambios. No sólo en el ámbito del acceso al empleo público; no sólo en el ámbito de su gestión material; también en otros ámbitos como en el de las exigencias de democracia de sus órganos (denunciaremos siempre, sostiene el concejal, nuestra exclusión antidemocrática del Consejo de Administración) y, también, en el ámbito del respeto a principios esenciales de igualdad de derechos entre hombres y mujeres, de los que pronto daremos cuenta