La directora del colegio María Inmaculada destaca la devoción de las cofradías y el papel de cada uno en el camino de la fe.
El Quinario a Nuestro Padre Jesús Nazareno concluyó el pasado fin de semana con el tradicional Pregón de Exaltación del Paso Morao, que en esta edición fue pronunciado por Sor María Eugenia Serrano, Hija de la Caridad y directora del colegio María Inmaculada. Sor María Eugenia asumió el testigo de su antecesora, Maido Simó, en un acto que resonó con fervor y espiritualidad.
En su discurso, la pregonera hizo hincapié en el papel fundamental de las cofradías de Águilas, afirmando: “Con vuestra entrega, devoción y dedicación, sois un testimonio de la fe popular, la fe del pueblo. Sois un eslabón precioso de esta cadena de propagación de la fe sencilla que nos recuerda que Cristo sigue caminando con sus gentes, entre el ruido y el silencio, entre el trabajo y la fiesta, entre la soledad y el encuentro”.
Sor María Eugenia definió su pregón como “un sencillo testimonio de mi propia vocación como Hija de la Caridad, enamorada de Cristo”, y reflexionó sobre “los rostros dolientes donde Jesús se hace presente en el nuevo Calvario de los olvidados y abandonados”.
Además, hizo un llamado a la comunidad a convertirse en cirineos, aquellos que alivian el sufrimiento de quienes cargan una cruz sin ser conscientes de su carga: “Es nuestra responsabilidad estar al lado de los que caminan solos”, instó, dando un mensaje de esperanza y solidaridad en este tiempo de Cuaresma.
El pregón fue recibido con gran emoción por los asistentes y destacó el compromiso de Sor María Eugenia con su vocación y su mensaje de amor y apoyo a los más necesitados, resaltando el verdadero espíritu de la Semana Santa.