La Guardia Civil ha impuesto 118 denuncias por infracciones medioambientales y ganaderas
La Guardia Civil investiga a 15 personas como presuntas autoras de sendos delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente, por presuntas extracciones indebidas de aguas subterráneas y vertidos y depósitos de deyecciones ganaderas porcinas.
Las investigaciones dieron comienzo en enero de 2022 y han sido desarrolladas, durante más de un año, por guardias civiles del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Murcia, en colaboración con la unidad del Seprona adscrita a la Fiscalía de Medio Ambiente de Madrid (UCOMA).
En el curso de la investigación, la Guardia Civil ha realizado 54 inspecciones en explotaciones ganaderas y empresas gestoras de residuos ubicadas en los términos municipales de Alhama de Murcia, Cartagena, Fuente Álamo, Torre Pacheco y Totana.
Formando parte de estas actuaciones, la Guardia Civil también ha inspeccionado un total de 255 balsas de almacenamiento de purines y 20 de acopio de estiércol, en las que se han apreciado un gran número de irregularidades que han derivado, en atención al riesgo de causar daños al medio ambiente, en la instrucción de las diligencias policiales de las que entiende la Fiscalía Superior de Justicia de la Región de Murcia.
También se han descubierto un total de quince captaciones irregulares de agua, supuestamente destinada al abastecimiento de las explotaciones ganaderas y al consumo animal.
118 infracciones administrativas
Así, además de en el ámbito penal, de las mencionadas inspecciones se han derivado un elevado número de infracciones administrativas, por irregularidades cometidas en el sector ganadero, por lo que la Guardia Civil ha notificado un total de 118 infracciones por contravenir la normativa ganadera, entre otras, a las autoridades competentes en la materia.
Riesgo para el medio ambiente
Según se desprende de las investigaciones desarrolladas, la situación de balsas de purines próximas a ramblas, los desbordamientos de purines de las propias balsas, los vertidos directos, así como las canalizaciones de purines a la intemperie o las acumulaciones de restos sólidos de estos, representan un potencial peligro para el medio ambiente.
Entre otros, se han detectado casos de depósito de las deyecciones ganaderas en balsas que no contaban con las debidas medidas de prevención de vertidos y filtraciones, llegando a producirse vertidos en la zona de afección al espacio protegido e incluido en la Red Natura 2000 denominado ‘Saladares del Guadalentín’.