El Auditorio de Águilas acogió el pasado viernes uno de los títulos operísticos más apreciados en todo el mundo: “Turandot”, de Giacomo Puccini. Ópera 2001 fue nuevamente la compañía internacional encargada de hacer vibrar al público aguileño con el archiconocido “Nessun dorma” (Que nadie duerma), aria que canta “Calaf” en el tercer acto y que, ante el dilatado aplauso, el tenor regaló como bis.
Más de 100 artistas componen esta colosal obra, cuyos decorados y vestuario han sido realizados en Italia, y que cuenta con un excelente reparto encabezado por el tenor Eduardo Sandoval y la soprano Chrystelle Di Marco, acompañados por artistas del Ballet Español de Murcia y la Orquesta Lírica Ópera 2001, todos dirigidos escénicamente por Aquiles Machado y musicalmente por Martin Mázik. “Hemos disfrutado con una envolvente puesta en escena, vestuario y unas voces extraordinarias. Todo un lujo el poderla tener en el Auditorio y Palacio de Congresos Infanta Doña Elena, gracias al Ayuntamiento de Águilas y Promúsica”, ha apuntado la edil de Cultura, Maido Simó. Y es que, aunque se trata de un evento organizado por la concejalía de Cultura, la asociación
Promúsica colabora adquiriendo las entradas de sus abonados y ofreciéndoselas a éstos a un precio especial, lo que asegura el lleno completo del aforo.
La obra narra la historia de la bella y cruel princesa china Turandot, quien somete a sus pretendientes a una prueba consistente en resolver tres enigmas, esperándoles la muerte si no son capaces de dar la respuesta correcta. Hasta que el príncipe de Tartaria rompe la siniestra tradición y con ella el hielo que envuelve el corazón de la princesa. Toda la obra es musicalmente espectacular desde principio a fin, destacando el popular “Nessun dorma” y las dos arias de Liù, “Turandot” e “In questa reggia”.