El gasto medio de un visitante alojado en una vivienda de este tipo es de cien euros diarios menos que si se alojara en un hotel
A 31 de marzo había registradas 980 viviendas turísticas en Murcia, un 31% más que un año antes y ha recuperado – y superado – las 815 contabilizadas en 2020, el año en el que comenzó la pandemia. Esta línea ascendente tras el freno del turismo debido a la covid es un fenómeno que se está produciendo en la mayoría de capitales de provincia de España. Solo en el último año (marzo 2022/marzo 2023) se han abierto 15.039 nuevos establecimientos de estas características. El crecimiento ha sido de un 23%.
Los números que se ofrecen corresponden a los establecimientos ‘legales’ y ‘registrados’, pues se desconoce con exactitud cuántas más son las viviendas turísticas ‘pirata’.
En su último informe sobre las perspectivas del sector, la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur), mostraba su preocupación por el regreso descontrolada al mercado de las viviendas turísticas y sus efectos sobre el encarecimiento del acceso a la vivienda, la banalización de los centros de las ciudades, las molestias a los vecinos y la estigmatización social del turismo.
La acelerada recuperación de la demanda turística –afirman desde Exceltur– ha impulsado un rápido aumento de la oferta de viviendas de uso turístico, que ya superan las 80.000 en las veinte ciudades con mayor atractivo turístico de España, frente a las 66.600 de hace justo un año.
Desde la patronal del sector reclaman una ley nacional que ayude a hacer cumplir la normativa autonómica y local vigente. E insisten en que preocupa que la nueva La Ley de la Vivienda puede acabar de agravar aún más el problema, generando fuertes incentivos para traspasar viviendas del alquiler residencial al turístico sin topes.
Con estos antecedentes, el sector turístico demanda que el Gobierno impulse normativas que eviten el descontrol de las Viviendas de Uso Turístico (VUT) y las múltiples externalidades sociales que generan por el reiterado incumplimiento “que hoy se sucede a nivel autonómico y local, por falta de competencias legales adecuadas”.
Según datos publicados hoy por el periódico Cinco Días, que cita fuentes de los hoteleros, el gasto medio de un turista alojado en un hotel en una ciudad como Madrid o Barcelona ronda los 290 euros diarios, que incluye el alojamiento y el gasto en compras. En cambio, el gasto medio de un visitante alojado en una vivienda turística baja en torno a los cien euros y se sitúa en 180 euros/día. Este estudio corresponde a las citadas ciudades de Madrid y Barcelona. En Murcia, aunque las cantidades son inferiores, la diferencia porcentual es la misma.