La concejala de Mercados ha visitado esta mañana a los comerciantes y vendedores, que desarrollan su actividad en los puestos instalados, para conocer sus demandas y necesidades
La concejala de Mercados del Ayuntamiento de Puerto Lumbreras, Cristina Herrero, ha visitado, junto con el responsable del mercado semanal de la localidad y de la pedanía de El Esparragal, Mateo Artero, los diferentes puestos instalados.
“Visitamos el Mercado Semanal de Puerto Lumbreras para conocer a los comerciantes y saber, de primera mañana cuáles son sus demandas y necesidades”, ha explicado la concejala.
La edil ha manifestado que “con este encuentro queremos mejorar la experiencia de los usuarios que se acercan tanto al mercado de la localidad como al de la pedanía, así como facilitar a quienes trabajan en los diferentes puestos su labor”.
En total, ha añadido que “más de 150 componen los mercados semanales de Puerto Lumbreras que ofrecen a ciudadanos y visitantes diferentes productos los viernes por la mañana en la localidad y los domingos por la mañana en La Estación – El Esparragal”.
Herrero ha indicado que “conscientes de la importancia y del valor que los mercados semanal tienen en la vida de los lumbrerenses y en el desarrollo económico del municipio. Además no podemos olvidar la cercanía y el trato directo con el cliente. En sus interacciones con la clientela suelen explicar cómo se deben preservar y preparar los alimentos, cuáles son los productos de temporada y cómo es su proceso de cultivo. El contacto con gente de confianza se vuelve aún más importante para la población desempleada, mayor y que vive sola, que ve en el mercado semanal una oportunidad de socializar y salir de la rutina diaria”.
Por ello, ha destacado que “desde este Ayuntamiento les hemos hecho conocedores de nuestro apoyo total a los mercados para estabilizar en el sustento de los pequeños proyectos productivos, y entender la importancia de las personas productoras como clave para la transición ecológica y asumir que cada una de ellas contribuye al cambio de paradigma de consumo. Así como fomentar las relaciones de lo que es todo un microcosmos que permite a las personas relacionarse entre ellas y con la ciudad. Aunque muchas veces invisible, el tejido social que se crea en los mercados es precisamente lo que mantiene nuestros barrios vivos y seguros”.