En el mes de marzo de 2020, justo en el primer pleno del confinamiento realizado on line, el Pleno Municipal aprobó poner el nombre de Felipe López López a una calle o plaza de Águilas. Ese acuerdo se hizo realidad el pasado domingo al rotular como “Explorador Felipe López López” la nueva zona verde forestal del Paseo de las Acacias. Para el acto se dieron cita más de 200 personas, entre autoridades, los dos grupos scout de Águilas (Severo Montalvo y Renfe), representantes del Grupo Scout Ciudad del Sol de Lorca, y la tesorera de la Federación Scout de la Región de Murcia, además de amigos y familiares.
Felipe López López (Pantera Roja) fue un hombre que dedicó su vida a perseguir el gran sueño de vivir conforme a unos patrones marcados por otros grandes exploradores de sueños; y en esa aventura nonagenaria, fue marcando el carácter y los principios de cientos de niños y niñas aguileños. Con tan solo 10 años ingresó en la Tropa de Exploradores de Águilas, el 2 de febrero de 1936, siendo scout hasta el día de su muerte con 92 años; o como dicen los exploradores, hasta su partida al campamento eterno. El escultismo representó el pilar fundamental de su existencia. Vivió conforme a los principios que le inculcaron desde niño, inmerso en recopilaciones y sueños escultistas, enseñando al resto del mundo a sacar del camino recorrido su mejor lección.
A pesar de todas las dificultades inherentes a la Guerra Civil y la postguerra, los exploradores aguileños siguieron “siempre listos” para servir. Junto con otros scouts de Águilas, Felipe López continuó reuniéndose clandestinamente para mantener vivas la historia y tradiciones scouts, coordinándose con otros grupos. Esta actividad secreta fue esencial para el renacimiento del Escultismo en España y, por ende, en Águilas en los estertores de la dictadura franquista.
Como bien recoge el texto de la moción, que leyó la alcaldesa, Mari Carmen Moreno, “desde la vuelta a la legalidad del Escultismo en España, Felipe se involucró en la vida del Grupo Scout “Severo Montalvo”, del que acabó siendo Coordinador en el año 1989, coincidiendo con el 75 aniversario del Escultismo en Águilas, así como formador en la Escuela de Tiempo Libre “Insignia de Madera” de la Región de Murcia, impartiendo numerosas sesiones de historia y técnicas de montaña y campamento en toda la Región. Su labor Scout en Águilas, Murcia y España queda reflejada en las siguientes distinciones que recibió:
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Medalla a la Constancia y medalla al Mérito Scout, ambas en plata, concedidas por Scouts de España, el 2 de marzo de 1986.
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Placa de reconocimiento a los 50 años de servicios prestados a la juventud, como Scout, concedida por Scouts de España en 1986.
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Placa del excelentísimo Ayuntamiento de Águilas en reconocimiento a su colaboración en la recuperación del Placetón como espacio de uso público, así como en la erección de un obelisco en honor a todos los scouts de Águilas.
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Club al Valor y la Abnegación, concedida al Grupo Scout “Severo Montalvo”, del que era coordinador entonces, por los servicios comunitarios prestados a la ciudadanía de Águilas durante las terribles inundaciones sufridas en nuestra localidad el 15 de octubre de 1989.
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Diploma y premio nacional “Concha Alandi”, concedido el 6 de julio de 1996.
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Placa e insignia de ASDE-Exploradores de Murcia, por su gran labor con la población infantil y juvenil, otorgada el 7 de noviembre de 1998.
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Torreón de Bronce de ASDE-Exploradores de Murcia, máximo reconocimiento de esta Federación Scout, el 6 de julio de 1999.
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Diploma del Excelentísimo Ayuntamiento de Águilas, por su ayuda en la creación del Museo Arqueológico Municipal, otorgado el 20 de noviembre 2001.
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Miembro de la Orden de la Buena Acción Scout, otorgada por el Grupo Scout “Cristo Rey” de San Francisco, en la provincia de Córdoba (Argentina), el 23 de junio de 2006.
Fue también un prolífico estudioso del Escultismo en España y de sus técnicas, publicando dos libros: “Tratado práctico de Cabuyería y Nudos”, editado en el año 1998; y “Pinceladas históricas del Escultismo”, editado en el año 2010. Dejó sin publicar numerosos artículos, así como varios libros inconclusos, aunque sí colaboró en la elaboración de otros libros de historia del Escultismo en nuestra Región y en España”.
Sin duda, tomó como bandera vital el lema scout “Siempre listos para servir” y además lo hizo, según palabras de sus familiares, “siempre con excelencia, con generosidad y buen ánimo. Por eso, cuando se fue, no lo hizo del todo; nos dejó una huella imborrable en nuestras vidas, un recuerdo perpetuo de todo lo que defendía con pasión y un ejemplo de perseverancia y entrega desinteresada. Lo recordaremos por su labor al frente del Grupo Scout Severo Montalvo, por sus libros y numerosísimos artículos de investigación, por su carácter servicial y amable, y ahora también, las generaciones venideras podrán recordarlo al visitar esta preciosa zona verde forestal”.