El consumo cae un 12%, aunque el gasto aumenta debido a la inflación
El consumo de frutas frescas de enero a noviembre de 2022 se situó en 3.469 millones de kilos, un 12% menos que en el mismo periodo de 2021. El valor se situó en 6.722 millones de euros, con un ligero incremento del 0,2%.
Excepto la uva de mesa, retrocedió el consumo en los hogares de todas las frutas; tanto las más demandadas como la naranja, cuyo consumo se redujo un 9%, los plátanos, con un 14% menos, o las manzanas, con un 6% menos… como otras frutas con menores volúmenes de consumo, como es el caso del albaricoque, con un 17% menos, o la cereza con un 47% menos. La uva de mesa por el contrario experimentó un incremento del 4%
El consumo de hortalizas en los hogares se situó en 2.151 millones de toneladas, un 14% menos y el valor también cayó, un 5% menos, totalizando 4.561 millones de euros, afectando a todos los productos como tomate, con un 11% menos de consumo en los hogares, lechuga (-11%), pimiento (-18%), cebolla (-18%) judías verdes (-18%) o coles (-14%).
El consumo de patata fresca también descendió, un 11% en volumen, situándose en 780 millones de kilos y un 2% en valor, totalizando 760 millones de euros.
El fuerte retroceso del consumo en 2022 es muy preocupante, según la patronal Fepex, porque incluso baja respecto a los niveles previos a la pandemia. Comprando el último periodo del que se disponen datos oficiales de 2022, de enero a noviembre, con el mismo periodo de 2019, cuando se consumieron 7.162 kilos de frutas y hortalizas fresca, el descenso ha sido del 11%.
En el periodo analizado, el consumo per cápita es de 150,12 kilos por persona y año, de los cuales 81,32 kilos corresponden a frutas, 50,4 kilos a hortalizas y 18,4 kilos a patata.