En el recorrido se incluirá al único taraceador que trabaja en el casco antiguo de la ciudad a pocos pasos de donde Emiliano Rojo tenía su taller de carpintería en la calle Alta
La ‘Ruta de los artesanos’, con casi medio centenar de artistas, se dará a conocer a través de Lorca, Taller del tiempo y la web municipal ‘lorca.es’
Mayte Martínez Sánchez, edil de Artesanía: “Arrancamos este apasionante viaje con las piezas de Paco Montero Fenollós similares a las que se ejecutaban hace más de cuatro mil años en Mesopotamia, presentes también en el Imperio Romano”
En el casco antiguo de Lorca, en la calle Alta, a pocos pasos de donde Emiliano Rojo tenía su taller de carpintería, trabaja otro artesano de la madera, Paco Montero Fenollós. La puerta de su patio, emparrado y plagado de bonsáis, permanece abierta para que los curiosos puedan adentrarse para ver trabajar a este taraceador, uno de los pocos que quedan en la Región de Murcia, pero también de nuestro país.
El mirador del Cabezo de las Palas abría una puerta a los tejados del casco antiguo, pero también a la posibilidad de contemplar los campanarios de las iglesias de San Francisco, el Carmen, la antigua Colegiata de San Patricio, Santa María, San Juan, San Pedro… desde una nueva perspectiva. Y llevaba a muchos a conocer este rincón, cercano a la Plaza de la Concordia y la Corredera, y el taller de este artesano que este año concurría a los premios internacionales Craft Prize 2024 de la Fundación Loewe, en el que se dan cita los mejores artesanos del mundo.
Unos galardones que seleccionan a los treinta mejores artesanos que integran con sus piezas una exclusiva exposición en Nueva York. “Es ya un logro que haya presentado sus bolsos de madera a estos galardones internacionales. Ahora lo que pretendemos es darlo a conocer entre los lorquinos, pero también entre los que cada día nos visitan. Para ello, vamos a abrir los talleres de nuestros artesanos, que puedan verlos trabajar y conocer sus últimas creaciones”, ha explicado este miércoles la edil de Artesanía, Mayte Martínez Sánchez.
La factura de artesanos del territorio municipal la conforman medio centenar de artistas. La ‘Ruta de los artesanos’ se dará a conocer a través de ‘Lorca, Taller del tiempo’, pero también en la web municipal ‘lorca.es’ y en la Oficina Municipal de Turismo. “La artesanía es muy preciada por los visitantes. Es una de las compras obligadas que realizamos cuando viajamos a cualquier lugar. Los turistas buscan piezas y objetos que llevar a sus familiares y amigos y eligen, sobre todo, creaciones de artistas locales, por lo que queremos dar a conocer las peculiares disciplinas que se ejecutan en nuestra tierra”, ha señalado la edil de Artesanía.
La ‘Ruta de los artesanos’ se estrenaba en esta jornada con la visita al taller del que se puede considerar último taraceador de Lorca. “Arrancamos este apasionante recorrido con las piezas de Paco Montero Fenollós similares a las que se ejecutaban hace más de cuatro mil años en Mesopotamia y que más tarde también fueron protagonistas en el Imperio Romano”, ha aportado.
La taracea, nombre que proviene de la palabra árabe ‘Tar ´sia’, que significa literalmente incrustación, la ejecuta este lorquino con destreza. Sus piezas, en madera de roble, nogal y etimoe, llenan las estanterías de su taller. Tableros de ajedrez y senas, joyeros, portafotos, pulseras, bandejas, bolsos… que recuerdan a elementos decorativos y puertas de la Alhambra de Granada. “La técnica la heredó de su abuelo que trabajaba la madera como él lo hace. No sólo ejecuta las piezas, sino que también se encarga del diseño. Es un trabajo que requiere de una gran paciencia. Y como se puede ver, no hay dos piezas iguales. Todas son únicas”, ha agregado la edil de Artesanía.
El artesano, ha indicado, que para realizar cada pieza emplea una media de entre doce y quince horas. “Primero dibujo el diseño y luego comienzo a colocar las grecas, cortándolas a medida y pegándolas. Se realiza el relleno con masilla y comienza la fase de barnizado. Cinco capas de barniz y lijados entre una y otra, llevan a acabar las piezas a las que, por último, habrá que poner los herrajes, cierres, anclajes, asas y bandoleras”.
La recuperación de enclaves como el Cabezo de las Palas que se ha convertido en lugar de tránsito de lorquinos y visitantes desde su inauguración ha llevado a que el taller de este taraceo esté cada día más concurrido. “Nuestra intención es visitar cada uno de los talleres de los artesanos y dar a conocer la peculiaridad de sus piezas. Ponerlas en valor no sólo de cara a los turistas, sino también de los lorquinos. Muchos de ellos, desconocen estas técnicas. Queremos saber más de ellos. Que nos enseñen su trabajo, pero también sus métodos. Y, por supuesto, que con estas visitas se incrementen sus ventas”, ha concluido la edil de Artesanía.