La celebración tras el pregón de Semana Santa se traslada a la calle Abad de los Arcos, destacando la versatilidad y el encanto histórico del recinto, con vistas únicas a San Patricio y el Conservatorio Narciso Yepes.
El casco antiguo de Lorca continúa recuperando su esplendor, no solo a través de la restauración de viviendas y solares, sino también con la puesta en valor de sus espacios públicos como escenarios de eventos culturales y festivos. Así lo demostró la celebración del vino de honor posterior a la lectura del pregón de Semana Santa, que este año tuvo lugar en la calle Abad de los Arcos, junto a la Plaza Coros y Danzas.
El evento, que rindió homenaje a la pregonera, permitió a los asistentes disfrutar de una perspectiva única de los contrafuertes y arbotantes de la antigua Colegiata de San Patricio, así como de la majestuosa fachada del Conservatorio de Música Narciso Yepes, un enclave histórico que antiguamente albergó el Colegio de la Purísima, fundado en 1779.
Según destacó la edil de Casco Antiguo y Urbanismo, María Hernández Benítez, esta iniciativa refuerza la apuesta del Ayuntamiento por recuperar y dinamizar el centro histórico de la ciudad. «Tenemos enclaves privilegiados capaces de acoger cualquier acontecimiento, como ha quedado demostrado. Queremos ampliar los espacios habituales para eventos y devolver a la vida aquellos rincones donde antaño se reunían los lorquinos», señaló.
El montaje del evento aprovechó las terrazas de la Plaza Coros y Danzas, que sirvieron como base para las infraestructuras necesarias. Mientras tanto, los asistentes disfrutaron del ambiente en la calle Abad de los Arcos, iluminada con una guirnalda de bombillas que realzaba el encanto del lugar.
La edil subrayó la importancia de estos «paisajes urbanos», donde la historia y la arquitectura crean un escenario perfecto para la celebración de eventos que impulsan la hostelería, el comercio y la vida social de Lorca. «Queremos mostrar nuestro casco antiguo no solo de día, sino también al atardecer y de noche, convirtiéndolo en un espacio vibrante y lleno de vida», concluyó.