La actuación permitirá situar en el trazado la Torre 9 y la Cortina 13 dentro de un proyecto a largo plazo para poner en valor los 280 metros del recinto fortificado ocultos
El Pleno aprobará este lunes la expropiación de una casa que será derribada para liberar la fortificación y unir Zapatería y Cava
Fulgencio Gil Jódar, alcalde: “Vamos a intentar recuperar la vieja muralla, lo que nos permitirá mostrar el trazado de la ciudad medieval”
Unos 280 metros de muralla medieval están ocultos entre las calles Cava y Zapatería. El Ayuntamiento proyecta sacar a la luz un tramo de la fortificación junto al Porche de San Antonio. El Pleno municipal de este lunes aprobará la expropiación de una casa que será derribada para liberar la fortificación y unir las calles Zapatería y Cava, como ha afirmado este viernes el alcalde, Fulgencio Gil Jódar. “La actuación permitirá situar en el trazado la Torre número 9 y la Cortina número 13, dentro de un proyecto muy ambicioso y a largo plazo para poner en valor los 280 metros del recinto fortificado ocultos”.
Gil Jódar ha recordado que hubo un tiempo en que la ciudad estaba amurallada. La cerca medieval estaba compuesta por grandes lienzos de piedra a los que se adosaban torres. Sin embargo, a comienzos del siglo XVI la ciudad avanza y la muralla queda engullida a uno y otro lado por construcción que terminan ocultándola. “Las obras realizadas en muchos inmuebles de las calles Zapatería y Cava han permitido trazar un plano de la muralla medieval y situar en ella las distintas torres. La intención es que pueda ir aflorando y recuperar lienzos de muralla y torres, lo que nos permitirá mostrar el trazado de la ciudad medieval”.
A lo largo de ambas calles se pueden contemplar solares vacíos adosados a la cerca medieval. “Esperan que algún día pueda mostrarse de forma generalizada la fortificación”, ha explicado el alcalde, que ha recordado que hace años se hizo un importante esfuerzo y se logró sacar a la luz 190 metros de muralla construida entre los siglos XII y XV, que fueron rehabilitados, en el barrio de San Juan. “Las actuaciones tras el terremoto permitieron la puesta en valor de la Torre Rojano, frente a la Casa del Artesano, la número 9 y el Porche de San Antonio, la única puerta que queda de las que daban acceso a la ciudad en el recinto de murallas creado en la época de la Reconquista, datada -la también conocida como Puerta de San Ginés o Arco de Piñero- en el siglo XIV”.
La expropiación dará paso a un proyecto que pretende visibilizar la fortificación en ese punto para entender mejor la muralla. En ese punto podrá iniciarse la lectura del recorrido fortificado. La cesión de otro solar a la misma altura en la calle Zapatería permitirá crear una conexión entre los dos lados del cercado. “Sería muy importante incorporar ese tramo, ya que en su mayor parte la muralla está tapada por viejos y nuevos edificios”, ha aportado.
Adosadas a la muralla están construcciones como el Convento de la Consolación, de las Madres Mercedarias, de los siglos XVII y XVIII; el Colegio de la Purísima, actual Conservatorio de Música Narciso Yepes, del siglo XVIII; la antigua Colegial de San Patricio, del siglo XVI-XVIII, sobre la iglesia medieval de San Jorge, del siglo XV; la Casa del Corregidor, Palacio de Justicia, del siglo XVIII; el Pósito de Panaderos, Casa del Artesano, del siglo XVI; y el Pósito de Labradores, antigua cárcel, del siglo XVIII. En los últimos años se levantaron bloques de viviendas que han evitado adosarse a la muralla y que los han integrado de forma que los lienzos puedan ser visionados.
Entre éstos últimos ejemplos está la construcción de un edificio junto a la antigua Colegiata de San Patricio, en la calle Cava, que en su planta baja, destinada al aparcamiento de los vehículos de sus vecinos, muestra en una especie de patio los restos de la antigua muralla. En los patios vecinales de varias viviendas son visibles lienzos de la muralla medieval. Las obras en San Patricio, tras los terremotos, dejaron al descubierto parte de la fortificación de la vieja ciudad, junto a la iglesia de San Jorge.
En San Patricio se dejó un testigo para que los visitantes puedan contemplar su trazado. Integrada en la construcción también quedó la muralla en el remodelado Convento de la Consolación, que acoge el Colegio Madre de Dios de las Madres Mercedarias. Los lienzos se pueden contemplar en el que iba a ser gimnasio, reconvertido en museo, en la calle Zapatería, y en los patios de recre3o, en la calle Cava. En el inmueble se encontraron hasta tres torreones.
La torre número 9, muy cerca del Porche de San Antonio, fue reconstruida después de que se hundiera en el año 2007 a causa de unas lluvias torrenciales. La Rojano, de los siglos XII y XIII, muestras sus 16 metros de altura originales y es visitable. Una excavación realizada en el 2002 en la calle Cava, a la altura del número 17, posibilitó documentar un lienzo de muralla y dos torres islámicas. “El interés por la muralla medieval es importante. Las rutas guiadas que se han llevado a cabo para visitar los restos han contado siempre con la masiva presencia de lorquinos y turistas. De ahí la importancia por recuperarla, aunque la empresa se aventura larga, pero como la recuperación del casco antiguo es un proyecto que queremos llevar a cabo”, ha añadido Gil Jódar.
Las puertas de la cerca andalusí fueron reutilizadas y rehechas casi desde sus cimientos, cuando la población pasó a manos castellanas a partir de 1244. Documentos del siglo XV enumeran estas puertas y sus nombres: Puerta de la Fuente del Oro, localizada en la calle Rambla; Puerta de San Ginés, localizada en la calle Gigante y denominada en la actualidad Porche de San Antonio, aunque también llevó el nombre de Arco de Piñero; Puerta de Gil de Ricla, localizada en el actual Conservatorio de Música Narciso Yepes; Puerta de los Santos, desaparecida, estuvo en la antigua Colegial de San Patricio; Puerta de Cervera, desaparecida, estuvo ubicada en las proximidades del atrio de San Pedro; Puerta del Postigo, desaparecida; y Puerta de la Judería, desaparecida.