Este tipo de residuos, desechados a través del inodoro, crece en Lorca en los últimos tres años y provoca atascos en la red de saneamiento y en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR)
En el municipio, cada día se recogen 211 kilos, lo que tiene un impacto económico anual de 5.000 euros
Las toallitas húmedas no son tan biodegradables como el papel y tardan cerca de 600 años en desaparecer si llegan al entorno natural
Con motivo del Día Mundial del Saneamiento, que se conmemora cada 19 de noviembre, el Ayuntamiento de Lorca, a través de la empresa Aguas de Lorca, ha puesto el foco en el impacto económico y ambiental que supone arrojar residuos al inodoro, como las toallitas húmedas.
En lo que va de año, en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de La Hoya se han retirado hasta 70 toneladas de residuos en el pretratamiento compuesto principalmente por toallitas.
“En Lorca, cada día se recogen 211 kilos de estos residuos, cuya retirada tiene un impacto anual de 5.000 euros. Una cantidad a la que hay que sumar los costes por averías y rotura de maquinaria como consecuencia de los tapones que se originan en la red de alcantarillado y en la estación depuradora” indicaba Ángel Meca, concejal de Aguas de Lorca, en la presentación de la iniciativa de concienciación local.
El vertido de estos residuos genera importantes problemas en las depuradoras y en la operativa de Aguas de Lorca. “Al desechar las toallitas por el inodoro son arrastradas por las redes de saneamiento y llegan prácticamente intactas a las depuradoras, teniendo que ser retirados diariamente los kilos de este residuo por medio de rejas y tamices. Desafortunadamente, parte de ellas se escapan llegando a determinados equipos, como las bombas, provocando en ellas importantes atascos, lo que implica horas extras de trabajo de los operarios, paradas de equipos y un coste extra para su retirada”, explica el gerente de la empresa mixta, Antonio Franco.
A parte de los problemas que provocan en las depuradoras por su entrada masiva, también están los problemas de atascos que estás provocan en la red de saneamiento, sobre todo en los tramos con poca pendiente, lo que obliga a invertir en equipos y/o en medidas preventivas de mantenimiento.
Cabe recordar que la red de alcantarillado del término municipal de Lorca es, en su mayor parte, de sistema unitario, transporta tanto las aguas residuales como las pluviales, sumando un recorrido de más de 420 kilómetros.
Además del impacto económico, destaca el impacto ambiental. Las toallitas húmedas no están hechas de papel, sino de un entramado textil compuesto de poliéster y algodón, con fibras de celulosa, humedecidas con materiales limpiadores como la glicerina. Eso implica que sean más parecidas al plástico y a los textiles que al papel. Así que no son igual de biodegradables y tardan cerca de 600 años en desaparecer si llegan al entorno natural.
De las toallitas húmedas sólo se disgrega el 36% después de dos días en el agua. Esta lenta desintegración (por el exceso de fibras sintéticas, conservantes, hidratantes…) es la que provoca graves daños en el proceso de tratamiento y depuración de las aguas residuales, mientras que el papel higiénico se desintegra casi por completo (el 95%) en apenas media hora desde que entra en contacto con el agua.
“Cabe destacar que esta iniciativa de concienciación se suma a otras campañas realizadas por la empresa municipal con el objetivo de que la población conozca que desechar residuos por el inodoro, como colillas, aceite, productos para el cuidado personal (pañales de bebés, bastoncillos de algodón, discos desmaquillantes, tampones, etc.), así como medicamentos, es un mal hábito con una costosa factura económica y medioambiental”, concluía Ángel Meca.