Las obras, que han comenzado este lunes, tienen un plazo de ejecución de dos meses y medio
Los ocho alumnos del PMEF “Alfa” colocaran 320 m² de adoquín envejecido y renovarán el alumbrado público con la instalación de dos nuevos proyectores
Rosa Mª Medina, edil de Desarrollo Local: “Esta actuación permitirá mejorar la conexión entre las calles Lope Gisbert y Paso Blanco, en una vía de gran valor histórico y cultural para la ciudad”
Este lunes han dado comienzo las obras de renovación y mejora de la calle José María Fernández Pallarés, situada entre el Museo del Bordado del Paso Blanco (Mubbla) y el Claustro de Santo Domingo, recientemente restaurado por el Ayuntamiento de Lorca y la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.
La concejal de Desarrollo Local, Rosa María Medina, que ha supervisado el inicio de los trabajos, ha destacado la importancia de esta actuación para la mejora del entorno urbano ya que “las obras permitirán mejorar la conexión entre las calles Lope Gisbert y Paso Blanco, en una vía de gran valor histórico y cultural para la ciudad”.
Las obras, que contarán con un presupuesto de 15.000 euros y un plazo de ejecución previsto de dos meses y medio, serán llevadas a cabo por dos monitores y ocho alumnos del Programa Mixto de Empleo y Formación ALFA, pertenecientes al módulo «Revestimientos Continuos en Construcción», subvencionado por el Servicio de Empleo y Formación (SEF) y el Ayuntamiento de Lorca.
Rosa Mª Medina ha detallado los principales trabajos que se realizarán, poniendo de manifiesto que «se van a suministrar y colocar 320 m² de adoquín envejecido en colores tostados de 5 centímetros de espesor, lo que no solo mejorará la estética de la calle, sino también su durabilidad. Además, se renovará el alumbrado público con la instalación de dos nuevos proyectores para garantizar una iluminación eficiente en la zona».
La edil también ha recordado que el Pleno Municipal acordó en 2023 otorgar el nombre de José María Fernández Pallarés a esta calle, en reconocimiento a su legado. «La renovación de esta calle, que se encuentra junto al Museo de Bordados del Paso Blanco, cuya construcción impulsó Fernández Pallarés, sirve también para rendir homenaje a este lorquino, figura clave en nuestra Semana Santa, que fue presidente del Paso Blanco entre 1985 y 1995”, ha declarado Medina.
Y ha añadido que “gracias a su gestión y visión de la Semana Santa, el Paso Blanco vivió momentos de gran esplendor, con la creación de la Casa del Paso y la incorporación de elementos tan importantes a la procesión y a nuestra Semana Santa como la biga y el manto de Roboam, la triga y el manto de Jeroboam, y la Caballería de las Tribus de Israel, por lo que esta calle es un merecido homenaje a su figura».