El alcalde Fulgencio Gil y los vecinos de las pedanías afectadas por la riada de 2012 se reúnen con López Miras para reclamar las obras urgentes que eviten «estar en vilo cada vez que llueve».
 
 
 
 
El alcalde de Lorca, Fulgencio Gil, acompañado por representantes vecinales, ha trasladado al presidente regional, Fernando López Miras, la demanda urgente de ejecutar las infraestructuras de protección contra inundaciones, cuya falta mantiene en jaque a las pedanías de Campillo y Torrecilla.
La reunión, celebrada este miércoles en el Palacio de San Esteban, tuvo como eje central la campaña “El olvido nos ahoga” y se produjo a pocos días de cumplirse el decimotercer aniversario de la trágica riada de 2012.
Las exigencias clave
Los participantes plantearon dos frentes de actuación inmediata:
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Obras urgentes: La construcción prioritaria de los diques de laminación y presas en las ramblas de Nogalte, Béjar y Torrecilla, así como la canalización de la rambla de Biznaga. «No son proyecciones futuras, son una necesidad inmediata», afirmó el alcalde.
 
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Solución a la inseguridad jurídica: Denunciaron que la delimitación de zonas inundables por parte del Ministerio de Transición Ecológica supone una «expropiación encubierta» para cientos de vecinos, que ven sus propiedades paralizadas sin recibir compensación alguna.
 
Un problema de seguridad y tranquilidad
Gil recordó que la presa de Puentes IV demostró su eficacia salvando el casco urbano en el pasado. «Hay que repetir esa experiencia positiva. No podemos estar en vilo cada vez que llueve; sin estas infraestructuras, es cuestión de tiempo que se repita una tragedia», advirtió.
El mensaje final hacia las administraciones fue claro: es hora de dejar de «pintar líneas en mapas» y pasar a la acción con inversiones reales que protejan a los ciudadanos y sus propiedades.