La coalición de extrema izquierda sale en defensa de los vecinos afectados y reprocha al Ayuntamiento su ineficacia y su lentitud para hacer frente a su responsabilidad como ejecutor de esas obras.
Sosa: “Las grietas crecen en las viviendas y los negocios de El Quijero y los meses pasan con familias desalojadas y viviendo en precario sin que exista respuesta municipal”
El concejal del grupo municipal de IU+Podemos+AV, Pedro Sosa, comparecía esta mañana ante los medios de comunicación en la zona conocida como El Quijero, en uno de los lados de lo que fue la “rambla de Tiata”, acompañado de un nutrido grupo de vecinos que sufren en sus inmuebles (viviendas y algunos pequeños locales de negocios) los efectos una obra pública, la llamada “Ronda Central”, inaugurada hace ya varios meses.
Sosa ha manifestado que se está convirtiendo en una mala costumbre en Lorca, que su ayuntamiento ejecute obras públicas del tipo que sean, sin asumir en absoluto su responsabilidad ante las afecciones de las mismas. Inmuebles con grietas en las que cabe una mano, y algunas ya declaradas “ruinosas” con el desplazamiento forzoso de las familias moradoras a otro lugar. Unas familias que exigen que se les atienda debidamente y que, en opinión del edil de izquierdas, están recibiendo el mismo trato de siempre por parte del poder: la reprobable “técnica” de echar balones fuera, de dilatar la necesaria y urgente de visita de los técnicos públicos, y de afrontar una responsabilidad que está muy clara y que afecta a un derecho de primera magnitud como es el de la vivienda.
Sosa afirma que su grupo político, y él como portavoz del mismo, no van a tolerar que el Ayuntamiento siga dilatando la asunción de responsabilidades y tampoco van a permitir que se pretenda despachar este problema con el ofrecimiento de las mismas compensaciones “irrisorias” hacia los vecinos afectados que pusieron encima de la mesa con ocasión de la ejecución del vial de los barrios altos.
Los vecinos de este entorno -los más afectados residen en la calle Tomas de Aquino Arderius- también han realizado declaraciones en la rueda de prensa y han exigido respeto y atención urgente a un problema que se les ha ocasionado por la mala ejecución de una obra pública y del que ellos no tienen ninguna responsabilidad.
Uno de esos vecinos es Alfonso, que antes de su jubilación era Técnico de Obras Públicas, quien criticado la pésima ejecución de las mismas, tanto por una incorrecta compactación del terreno, como por la maquinaria que se usó, la cual al ser más pesada de lo necesario originó mayores vibraciones de las debidas que acabaron dañando a las edificaciones cercanas. “No hubo ni la correcta dirección técnica de obra ni la debida supervisión de la administración”, ha sentenciado Alfonso.
Por último, Juan Carlos, nieto de una de las residentes cuya vivienda ha resultado ser de la más perjudicadas, tanto que sus abuelos tuvieron que abandonarla por los daños que sufrió, ha lamentado que su abuelo falleciese sin ver su casa arreglada y ha solicitado al ayuntamiento que le den rápida solución al problema para que al menos su abuela pueda volver a ella y acabar de una vez con el calvario que lleva padeciendo desde entonces.