La parte central del monumento, incluidas dos caras de la Torre Alfonsina, permanecían a ‘oscuras’ desde hace más de un año
El esfuerzo económico y de los técnicos permitía la instalación de una nueva línea de aluminio, menos atractiva, para los amigos de lo ajeno
Fulgencio Gil Jódar: “No se entendía que el principal emblema de la Ciudad estuviese a oscuras y más durante las celebraciones del Patrón que tienen como escenario la alcazaba”
La Torre Alfonsina, principal emblema de la Ciudad, recuperaba en la noche de este jueves su iluminación ornamental. Lo hacía en las dos caras, las que son visibles desde el casco antiguo de la ciudad y las pedanías de la huerta, que permanecían a oscuras desde agosto del pasado año. “Cuando llegamos al Gobierno anunciamos que recuperaríamos la iluminación ornamental del Castillo, nuestro emblema, el perfil de la ‘vieja ciudad’, y así lo hemos hecho”, afirmaba el alcalde, Fulgencio Gil Jódar, que supervisaba los trabajos de encendido desde el mirador del Castillo, en la carretera de circunvalación a la alcazaba.
La torre medieval, construida en el siglo XII por orden del rey Alfonso X el Sabio, ha permanecido a ‘oscuras’ desde agosto del pasado año. Fue entonces, cuando se producía un robo del cableado. “Se ha colocado un nuevo tendido de aluminio, menos atractivo que el de cobre para los amigos de lo ajeno”, explicaba Gil Jódar.
Insistía en que “no se entendía que el principal reclamo turístico del municipio, el Castillo, haya permanecido a oscuras en la parte central, la que corresponde a la Torre Alfonsina. Dos de sus caras, las que son visibles desde el casco antiguo de la Ciudad y las pedanías de la huerta, han permanecido sin luz durante todo este tiempo. Y no podíamos permitirlo que siguiera sin iluminación ornamental durante la celebración de las fiestas del Patrón que tienen como principal escenario precisamente el Castillo”.
La actuación ha permitido no solo devolver la iluminación a la Torre Alfonsina, sino a la parte central de la muralla que quedó también apagada. La inversión económica ha sido de unos 15.000 euros. El monumento, detallaba, está incluido “en un proyecto para iluminar la totalidad de la fortaleza. Estamos hablando no solo de la Torre Alfonsina y del Espolón, sino de toda la muralla, sin excepción. La intención es que el emblema de la Ciudad pueda ser visible desde todos los enclaves”.
El plan será financiado con medio millón de euros de los Fondos Next Generation. “Será una iluminación natural de 3100 grados Kelvin. Hemos desechado la propuesta anterior para la instalación de Led de tipo RGB, que pretendía modificar el color del Castillo en cada ocasión. Creemos, firmemente, que el Castillo de Lorca es demasiado importante para estar jugando con el color. Se va a iluminar como corresponde y así estará siempre. Pero no podíamos esperar a desarrollar el proyecto, que tiene un plazo de dos años, por lo que en cuanto la situación económica del Ayuntamiento nos lo ha permitido hemos llevado a cabo la inversión”, aportaba.
La Torre Alfonsina fue levantada adaptándose al desnivel del terreno y, en consecuencia, la altura de sus muros es diferente. La cara septentrional tiene casi 29 metros y la meridional solo 24. Fue concebida como una unidad defensiva exenta, por lo que la puerta es pequeña y los muros sólidos y podía aislarse del resto del Castillo en tiempos de emergencias. La cara que miraba hacia la ‘vieja ciudad’ estuvo decorada con pequeños azulejos con castillos y leones, elementos que configuran el blasón de la monarquía castellana.
Como manda la tradición, el próximo jueves, día de San Clemente, Patrón de la Ciudad, lorquinos y visitantes subirán hasta lo más alto de la alcazaba para recrear la conquista y toma del Castillo, que ocurría –según la tradición-, el 23 de noviembre, día de San Clemente. Ese día se podrá visitar la alcazaba y sus dos torres principales, la Alfonsina y la del Espolón, pero también la Sinagoga encastillada.