Juan García Montalbán, portavoz de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) en la Región de Murcia, calificó la situación como “un hecho lamentable” y explicó que la estructura policial está colapsada con recursos muy por debajo de lo necesario para garantizar la seguridad ciudadana.
Desde el jueves, cuando comenzaron los incidentes, no había efectivos suficientes en la zona. Aunque en los días posteriores deberían haberse desplegado grupos especializados desde Sevilla, Valencia o Madrid, la realidad fue que la resolución de los disturbios recayó en patrullas locales y en la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Murcia. Según Montalbán, esta escasez de personal es un problema estructural que afecta a toda la región desde hace años, con una carencia aproximada de 500 agentes para poder atender con garantías las necesidades de la población.
El portavoz también manifestó que los agentes actuaron sin material antidisturbios, sin preparación específica y con jornadas laborales de hasta 12 horas sin el descanso adecuado. A pesar de los refuerzos procedentes de Sevilla, la carga operativa sigue siendo alta, lo que aumenta la tensión, especialmente en las tardes y noches, cuando se incrementan los incidentes.
Desde AUGC insisten en la urgencia de activar controles preventivos en los accesos al municipio y establecer dispositivos de vigilancia y disuasión, además de disolución y detención de grupos armados si fuera necesario. Montalbán defendió la labor de sus compañeros, quienes lograron controlar la situación con los recursos disponibles, y reclamó al Ministerio del Interior y al presidente Pedro Sánchez que reconozcan oficialmente a la Guardia Civil como una profesión de riesgo.