Desde el 1 de junio al 30 de septiembre, se han registrado un total de siete incendios de cañas y matorral, sólo destacando el declarado en la Sierra de Almenara
El operativo ha contado con dos patrullas de vigilancia, integradas por voluntarios de Protección Civil, junto con tres retenes de intervención rápida de brigadas forestales del Ayuntamiento de Lorca, sumando una treintena de efectivos
Las patrullas han recorrido una media de 90 kilómetros diarios, a lo que hay que sumar las 2.300 horas de vigilancia, con refuerzos ante avisos por alta temperatura y por tormentas
El concejal de Emergencias del Ayuntamiento de Lorca, José Martínez, ha trasladado en la mañana de este miércoles un balance referido al término municipal de Lorca tras el cierre del Plan de Lucha Contra Incendios Forestales de la Región de Murcia (PLAN INFOMUR), una vez finalizada la fase de peligro alto, que va desde el 1 de junio al 30 de septiembre.
“Este año, a pesar de las condiciones meteorológicas con altas temperaturas y baja humedad, ha sido un verano con pocos incendios. Hay que tener en cuenta, por su puesto, que para este resultado ha sido fundamental la detección e intervención rápida de los efectivos municipales, cuyas actuaciones han sido vitales para que, durante este periodo de riesgo, varios conatos hayan quedado en eso y no estemos lamentando varios incendios forestales de magnitud”, ha apuntado el edil.
Durante la activación del Plan, en el término municipal de Lorca se han registrado un total de siete incendios de cañas y matorral, “todos ellos extinguidos antes de pasar a denominarse incendio forestal, a excepción del declarado el pasado 31 de julio en la Sierra de Almenara, en el que se quemaron 12.400 metros de pastizal y pino. Las incidencias han tenido lugar, principalmente, en las pedanías de Torrecilla y Tercia; además de en una estructura en una granja en la carretera de Torrealvilla, también en el centro de residuos municipal y en una nave del polígono industrial, “colaborando en la extinción y realizando tareas de vigilancia para evitar la propagación del fuego a zona forestal”, ha indicado Martínez.
El dispositivo desplegado este año ha contado con dos patrullas de vigilancia, en horario de 11:00 a 17:00 horas y 15:00 a 21:00 horas, integradas por voluntarios de Protección Civil, junto con tres retenes de intervención rápida de brigadas forestales del Ayuntamiento de Lorca (BRIFOLOR), compuestos por profesionales del Servicio Municipal de Emergencias con base en Zarcilla de Ramos, Puntas de Calnegre y Lorca, sumando una treintena de efectivos.
Para el desempeño de estas tareas, se han empleado tres vehículos todo terreno, equipados con bombas de agua y todo el material necesario para la extinción de incendios forestales, un camión con capacidad de 2.000 litros de agua y un vehículo todo camino. Además, se ha contado con una unidad helitransportada, “habida cuenta de los casi 1.700 kilómetros cuadrados con los que cuenta el municipio”.
Las patrullas de vigilancia han recorrido una media de entre 80 y 100 kilómetros diarios de pista forestal, haciendo paradas en puntos estratégicos dentro de las rutas establecidas, con el fin de visibilizar, dar aviso e intervenir en la extinción lo antes posible. A esto se suman las 2.300 horas de vigilancia, con refuerzos ante avisos por alta temperatura y por tormentas.
El concejal ha destacado, finalmente, la baja cantidad de terreno quemado y la satisfacción por no tener que lamentar ningún incendio de gran magnitud ni grandes pérdidas materiales. En este sentido, “quiero resaltar la labor preventiva y la capacidad de intervención tanto de los voluntarios de Protección Civil como de los profesionales del Servicio de Emergencias Municipal”, y ha felicitado y agradecido “su profesionalidad y actitud en todo momento, siempre alerta ante cualquier incidencia”. Asimismo, ha querido recordar que, en todo este engranaje, es esencial la colaboración ciudadana. “Los ciudadanos son una pieza clave en la prevención de incendios forestales; en primer lugar, porque pueden dar aviso rápidamente para que actúen los efectivos y, en segundo lugar pero no menos importante, porque todos debemos tomar conciencia y evitar realizar actuaciones de puedan suponer un riesgo, como: dejar basura, cristales y otros residuos inflamables en lugares no destinados a este fin, arrojar colillas en el monte o en las cunetas de las carreteras, así como no realizar quemas sin permiso o hacer barbacoas en el monte desde el 1 de abril al 15 de octubre.