El presupuesto regional de estas subvenciones, que ya se pueden solicitar, supera los 17 millones de euros
El consejero de Fomento anima al consistorio lorquino a sumarse al convenio de recuperación de barrios al que ya hay adheridos 20 municipios para beneficiarse de la creación de oficinas de gestión de subvenciones y ayudas para la rehabilitación de espacios públicos
La Comunidad presentó hoy en Lorca las ayudas de rehabilitación energética y accesibilidad que ya se pueden solicitar para la recuperación del casco histórico de la ciudad. Estas subvenciones están enmarcadas en el eje ‘Re-habilita’ del Plan director para la recuperación del casco histórico de Lorca y forman parte de la estrategia ‘Haciendo Hogar’.
El consejero de Fomento e Infraestructuras, José Ramón Díez de Revenga, acompañado por el presidente de Ceclor, Juan Jódar, expuso las distintas líneas de subvenciones durante una sesión informativa celebrada en la sede de la institución empresarial.
“La recuperación del casco histórico es un proyecto estratégico para el Ejecutivo regional y desde los distintos departamentos estamos impulsando los distintos programas que forman parte del plan director”, declaró el consejero.
Durante la reunión expuso que la Comunidad dispone de un total de 9,8 millones de euros de ayudas europeas para la rehabilitación energética de edificios y viviendas, a través de la mejora de fachadas y cubiertas, y otros 7,2 destinados a la mejora de la accesibilidad como la instalación de ascensores, salvaescaleras, grúas eléctricas, domótica, videoporteros visuales y auditivos o, incluso, la ampliación de espacios y la adecuación de baños y cocinas.
El responsable regional animó al consistorio lorquino a sumarse al convenio de rehabilitación de barrios enmarcado en los fondos Next Generation, al que ya están adheridos 20 municipios de la Región de Murcia y 15 de ellos ya han iniciado el proceso para dinamizar sus centros, “porque estos acuerdos posibilitan la revitalización de los cascos históricos”.
“Los citados acuerdos delimitan los barrios en los que se quiere actuar de forma prioritaria, y justamente lo que precisa el casco histórico de Lorca”, declaró el consejero que señaló que además, permite al consistorio la creación de oficinas de rehabilitación que ayuden con la gestión de las subvenciones, y también obtiene un tanto por ciento de las ayudas para aplicar en los espacios públicos.
Cuantías de las ayudas
Las ayudas destinadas a la mejora de las envolventes térmicas de los edificios con el fin de convertir los hogares en espacios más ecoeficientes y confortables contempla cuantías desde los 6.300 a los 18.000 euros por vivienda, en función del ahorro energético conseguido, alcanzando los 26.750 euros en el caso de familias con menos recursos para financiar el cien por cien de las obras.
Además, dentro de las ayudas de eficiencia energética, existe otra línea de subvenciones para la sustitución de elementos de carpintería, equipos de calefacción, refrigeración, iluminación, domótica e instalación de energía fotovoltaica oscilan entre los 400 y los 3.000 euros por vivienda y dependerá de la inversión realizada (entre 1.000 y 7.000 euros).
También se contemplan ayudas para la evaluación del diagnóstico energético de las viviendas y la posterior redacción del proyecto. En este caso, la subvención puede ascender a un máximo de 30.000 euros en aquellos edificios cuyo número de viviendas supere la veintena.
La línea de subvenciones destinada a la mejora de la accesibilidad contempla ayudas de hasta un máximo de 12.500 euros para casas unifamiliares o de 6.000 para aquellas ubicadas en edificios residenciales. En el caso de que el solicitante posea un grado de discapacidad igual o superior al 33 por ciento, la cuantía se verá ampliada hasta 18.000 euros.
Los beneficiarios podrán ser comunidades de vecinos o propietarios de viviendas unifamiliares o residenciales. Esta línea de ayudas, a la que se ha destinado un total de 7,2 millones de euros hasta 2024, y tiene un límite del 60 por ciento del coste de la obra o del 80 por ciento cuando en la vivienda resida, al menos, una persona con discapacidad o mayor de 65 años.