La Asamblea Regional de Murcia ha aprobado los Presupuestos para 2025, después de más de medio año de retraso y un intenso debate marcado por la polarización política y las protestas en las calles. El respaldo fue parcial: contó con la complicidad del Partido Popular (PP) y la abstención de Vox, que finalmente aceptó las condiciones del Gobierno autonómico, muchas de ellas centradas en cuestiones de inmigración.
La sesión estuvo marcada por protestas de 48 colectivos a las puertas del Parlamento y por polémicas como la exhibición por parte de la portavoz de Podemos, María Marín, de un capirote del Ku Klux Klan. Además, el diputado de Vox, José Ángel Antelo, retó a Marín a pronunciar en voz alta unas palabras que le dirigió en privado, generando tensión.
Críticas desde la oposición y la extrema derecha
Carmina Fernández, portavoz del PSOE, denunció que los presupuestos «consolidan políticas ultras y reaccionarias» y acusó al presidente regional, Fernando López Miras, de alinearse con la extrema derecha para mantener el poder. Por su parte, el diputado de Vox, Rubén Martínez Alpañez, calificó las cuentas de «gatopardistas» y criticó a los partidos tradicionales, prometiendo que su formación será la única alternativa política auténtica.
Voces de izquierda y de Podemos-IU-AV
María Marín, de Podemos-IU-AV, arremetió contra PP y Vox, acusándolos de cerrar centros para menores vulnerables y rechazar ayudas esenciales en educación y transporte. También denunció a Vox como una organización supremacista y promotor del terrorismo racista, llamando a la movilización y la solidaridad de la ciudadanía.
Defensa del PP y cierre del proceso legislativo
El portavoz popular, Joaquín Segado, defendió los presupuestoscomo “pensados por y para la gente” y criticó duramente al gobierno central de Pedro Sánchez, a quien acusó de desmantelar instituciones. Tras el debate, las enmiendas presentadas por el PSOE y el Grupo Mixto fueron rechazadas y el Proyecto de Ley quedó aprobado como Ley de la Región de Murcia.