La pintora aguileña, actualmente afincada en Madrid, regresa a sus raíces con una serie de lienzos que hunden sus inspiraciones en el paisaje costero de su tierra natal, aunque también incluye obras nacidas de «viajes reales o imaginarios», según confesó durante la inauguración.
Arte como refugio y evasión
La particularidad de esta exposición reside en su dimensión terapéutica. La propia artista reconoció que el acto de pintar cumple para ella una «función terapéutica», sirviéndole como evasión del dolor y convertiendo cada cuadro en un bálsamo creativo. Esta confesión añade profundidad a unas obras que, más allá de su valor estético, representan un diario visual de superación personal.
Un homenaje a Águilas
Aunque residente en la capital, Pérez Mateos mantiene un fuerte vínculo con su tierra de origen, como demuestra el predominio de escenarios aguileños en su obra. La exposición ofrece un recorrido por los paisajes y marinas que definen la identidad costera del municipio, junto a delicadas representaciones florales que completan un universo pictórico personal y emotivo.
El edil de Cultura, José Antonio Consentino, destacó durante la inauguración el valor de «acoger a artistas locales que, como Joaquina, llevan el nombre de Águilas más allá de nuestras fronteras» y subrayó «la capacidad del arte para conectar emociones y sanar heridas».
La muestra se enmarca en la programación cultural del municipio para el mes de septiembre, reforzando el compromiso del Consistorio con el apoyo a los creadores locales y la difusión del arte como herramienta de bienestar comunitario.