Afirman que de mantenerse las previsiones de disminución de caudales aportados por el Trasvase Tajo-Segura, según la planificación llevada a cabo por el Ministerio para la Transición Ecológica, ya que la desalación no ofrece soluciones viables ni en volumen ni en precios, a lo que se sumará la reducción prevista sobre las extracciones de aguas subterráneas.
El Proyecto de Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Segura establece, que para el año 2027, el volumen medio de aportaciones del Trasvase Tajo-Segura mermará en 78 hm3/año de materializarse las previsiones de aumento de caudales mínimos en el eje del río Tajo, y remarca que ese escenario supondría un coste desproporcionado para la demarcación, desde todos los puntos de vista. Además, esta merma se incrementará, por las transferencias previstas desde el acueducto Tajo-Segura con destino a abastecimiento de la llanura manchega (según el Plan Hidrológico del Guadiana, a partir del año 2027, podrían suministrarse 15,5 hm3/año a 56 municipios), y por los aumentos de demanda anual considerados en el Plan del Tajo (aproximadamente, 10 hm3/año, en los sistemas de Cabecera y Tajo Izquierda). En total, 103,5 hm3 menos anuales de la fuente de suministro asociada al Trasvase.
Por otra parte, el Plan del Segura aborda la reducción de explotación prevista para las aguas subterráneas procedentes de masas en riego de no alcanzar el buen estado cuantitativo, lo que afecta al conjunto de la demarcación. En total, 213,2 hm3/año procedentes de aguas subterráneas tendrían que dejar de ser objeto de aprovechamiento en el año 2027, y así queda reflejado en el Plan.
En el escenario actual, las tres grandes desaladoras gestionadas por la sociedad estatal ACUAMED tienen una capacidad máxima de producción igual a 177 hm3/año (80 hm3 procedentes de la desaladora de Torrevieja, 60 hm3 de Águilas y 37 hm3 de Valdelentisco). Un volumen disponible que ha llegado a un porcentaje efectivo de producción para su aprovechamiento igual al 86 % en años hidrológicos anteriores, es decir, una garantía de suministro, de cara a atender todas las demandas actuales, prácticamente ya agotada.
Mención aparte merece el objeto para el que se proyectó la IDAM de Torrevieja, que no fue otro que el de dar cobertura a la infradotación asociada a los regadíos del trasvase Tajo-Segura, dada su situación de falta de garantía recurrente, sobre la base de las previsiones de la Ley 11/2005, de 22 de Junio, por la que se modifica la Ley 10/2001 del Plan Hidrológico Nacional (recordemos que de los 400 hm3 inicialmente destinados a regadío, la media trasvasada no supera la mitad). Por lo tanto, no vienen los volúmenes generados por esta desaladora a paliar futuros déficits de agua, sino los existentes a día de hoy, y por ello, desde hace años se viene contando con los recursos generados por esa desaladora, poniéndose a disposición de las zonas regables del Trasvase a través del SCRATS.
Si hacemos un resumen, nos encontramos ante un escenario donde los volúmenes disponibles actualmente tienen la seria posibilidad de reducirse en 316,7 hm3/año. Y ante esa posibilidad, el incremento de recursos procedentes de la desalación con destino al regadío podría ser de 38 hm3/año (20 hm3 de la desaladora de Torrevieja, 5 hm3 de Águilas y 13 hm3 de Valdelentisco), lo que supondría compensar en un insignificante 12 % esas nuevas reducciones que se proyectan en el año 2027.
Si en la actualidad, el déficit total de aplicación de recursos en la cuenca, según el Plan del Segura, se cifra en 96,4 hm3/año, en el año 2027 se cuantifica en 287 hm3/año (considerando la limitación al aprovechamiento de aguas subterráneas y los incrementos procedentes de las desaladoras). Y a esta última cifra habría que sumar los recortes advertidos en los volúmenes medios que dejen de transportarse por Trasvase Tajo-Segura (103,5 hm3/año), lo que dejará el déficit en el año 2027 en un total de 390,5 hm3/año. Es decir, ese déficit de aplicación se multiplicará por cuatro con respecto a la situación actual, lo que ahondará gravemente en los equilibrios necesarios entre las demandas existentes y los recursos disponibles.