La portavoz socialista, Isabel Casalduero, denuncia que el equipo de gobierno del PP no tramitó a tiempo las solicitudes de subvenciones de emergencia, dejando sin recursos a familias y empresas que actuaron durante la catástrofe.
 
 
 
 
La portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Lorca, Isabel Casalduero, ha acusado al alcalde, Fulgencio Gil, de una «grave negligencia» al no haber tramitado en plazo las ayudas de emergencia para los afectados por la DANA del pasado mes de marzo. Según Casalduero, este incumplimiento dejará sin compensación a decenas de empresas y familias, incluida la del fallecido en Ramonete durante las lluvias.
La portavoz socialista ha explicado que el Real Decreto 307/2005 establecía un plazo de un mes para solicitar las subvenciones destinadas a afectados por catástrofes, un trámite que el Consistorio –con experiencia previa en gestiones similares– no realizó a tiempo. «El equipo de Gobierno del PP o miente, o lo que es peor, ni se ha enterado. Es un despropósito y una absoluta vergüenza», ha afirmado.
Empresas locales aún sin cobrar por trabajos de emergencia
Casalduero ha destacado que, lejos de tratarse de una falta de fondos por parte del Estado, el problema reside en la «incapacidad» del gobierno local para gestionar los expedientes. «Decenas de empresas que trabajaron en la emergencia siguen sin cobrar«, ha denunciado, acusando al alcalde de «utilizar la tragedia con fines políticos» en lugar de resolver las deudas con quienes actuaron en primera línea.
Plazo abierto para ayudas a infraestructuras
Frente a esta situación, la portavoz ha recordado que aún está abierto –hasta el 6 de octubre– el plazo para solicitar otras subvenciones destinadas a reparar infraestructuras municipales y la red viaria, instando al gobierno a actuar con diligencia en este nuevo proceso.
Casalduero ha exigido al regidor que «cumpla con su obligación: tramitar las ayudas, pagar a las empresas y dejar de engañar a los vecinos». «Lorca merece un gobierno eficaz, no un gobierno que utiliza la catástrofe como propaganda», ha concluido.