José Ramón Díez de Revenga denuncia que la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) dispone de un plan de defensa contra las riadas, un pentagrama de acero destinado a contener el torrente, pero cuya partitura no ha encontrado ejecución. No es por falta de caudal, advierte, sino por la falta de voluntad política que deja inerte la maquinaria de la protección.
El senador subraya con severidad: “Exigimos que se proteja a la población de la Región de Murcia de forma urgente, para evitar que los efectos destructivos de las Danas acaben provocando una desgracia”. Sus palabras son martillazos que buscan atajar el destino antes de que la lluvia se convierta en río y la calle en llanura de agua.
El calendario meteorológico del verano parece haber templado sus dedos sobre la costa: la temperatura del Mediterráneo ha ascendido, según los sabios del clima, hasta los 29 grados en agosto. Una cifra que, como brasas en la hoguera, enciende el miedo a las gotas frías o danas que podrían derramar su furia este otoño, haciendo de las calles un laberinto de agua y pánico.
En este telón, Díez de Revenga exhorta al Gobierno de España y a la CHS para que actúen ya, “de una vez por todas”, y pongan en marcha las obras de defensa contra inundaciones contempladas en el plan de gestión de riesgo de la cuenca del Segura.
Infraestructuras por hacer (lenguaje de metáforas)
Se mencionan, como estrellas que esperan su lectura, infraestructuras que aún esperan su turno:
- Presa de Béjar
- Presa de Nogalte
- Presa de Torrecilla
- Encalzamiento de la rambla de Biznaga
- Presa de Tabala
- Colector norte de la ciudad de Murcia
- Y un conjunto de correcciones hidrológicas en la cuenca del Mar Menor
Estas obras, afirma el discurso, no son secretos a la vista: están diseñadas, trazadas en planos y sueños institucionales, pero quedan varadas en la densa corriente de la indecisión. No es la carencia de tesoro lo que las detiene, sino la vacilación política que impide convertir proyectos en realidad tangible.
Cierres con eco dramático
El mensaje concluye con un recordatorio severo: la necesidad de proteger a la población de la Región de Murcia de forma urgente, para evitar que las Danas, en su danza destructiva, repitan escenas que ya nos asaltaron en Valencia el año anterior.
En este crisol de promesas y temporales, el Partido Popular alza la voz para exigir acción, claridad y velocidad, como quien despliega un paraguas de acero ante una tormenta anunciada.