El Ministerio para la Transición Ecológica plantea reducir los envíos hasta un 40% en 2027, mientras la Región advierte de graves consecuencias para el regadío y el empleo agrícola.
El Gobierno central ha anunciado oficialmente el inicio del proceso para modificar las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura, después de que varias sentencias judiciales hayan avalado el actual Plan Hidrológico del Tajo. El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, declaró este martes en Madrid que “es el momento adecuado” para activar esta reforma con el objetivo de garantizar “la estabilidad de las cuencas cedente y receptora”.
La modificación incluirá un periodo de participación pública y deberá pasar por distintos órganos consultivos, como la Comisión del Trasvase, el Consejo Nacional del Agua, el Consejo de Estado y, finalmente, el Consejo de Ministros.
Según el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), el nuevo marco normativo contempla una reducción progresiva de hasta el 40% en los envíos de agua desde el Tajo al Segura para el año 2027, un dato que ha encendido las alarmas en el sureste español. Morán insistió en que los caudales ecológicos son “la única garantía para conservar nuestras cuencas en condiciones ambientales razonables” y achacó la reducción de recursos disponibles a “la irregularidad creciente provocada por el cambio climático”.
La respuesta desde la Región de Murcia no se ha hecho esperar. La consejera de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Sara Rubira, calificó el anuncio como “el acta de defunción del trasvase” y advirtió que esta medida puede suponer la pérdida de 12.000 hectáreas de regadío y más de 5.000 empleos directos en las provincias de Murcia, Alicante y Almería. “Este recorte amenaza la viabilidad de un modelo agrícola sostenible y altamente tecnificado”, denunció.
También el presidente de la Región, Fernando López Miras, se mostró tajante al calificar la decisión como “sectaria” y “un ataque frontal al desarrollo del Levante”. A su juicio, “recortar el trasvase es frenar el futuro de la Región de Murcia”. López Miras reiteró su compromiso de “defender con firmeza el agua que le corresponde a la Región”, reclamando una gestión que tenga en cuenta tanto la sostenibilidad ambiental como el impacto socioeconómico de las decisiones.
Mientras tanto, el debate sigue creciendo en torno a un recurso estratégico para el sureste español, donde el trasvase Tajo-Segura sigue siendo pieza clave para la agricultura intensiva y el abastecimiento de municipios. El Gobierno central, por su parte, apuesta por reforzar la desalación y la reutilización de aguas como ejes de un nuevo modelo hídrico adaptado al cambio climático.