La alcaldesa de Águilas, Mari Carmen Moreno, y la edil de Cultura, Maido Simó, visitaban el pasado sábado, acompañadas de los técnicos municipales que han participado en el proyecto de rehabilitación y del resto de la corporación municipal, el Embarcadero del Hornillo, un emblemático monumento que abría sus puertas para ser visitado tras su restauración y cuyo acceso llevaba cerrado desde 1973 por motivos de seguridad.
El imponente Embarcadero, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), podrá ser visitado todos los sábados del mes, previa reserva en la Oficina de Turismo de Águilas en horario de 11 a 13 horas durante el mes de junio y de 19 a 21 horas durante julio y agosto.
La primera fase de restauración de este emblemático edificio finalizaba recientemente tras un minucioso trabajo que ha permitido a esta imponente obra arquitectónica recuperar todo su esplendor.
Cabe señalar que la primera fase de rehabilitación ha sido posible gracias a la subvención del 1,5% Cultural que el Gobierno de España concedió al Ayuntamiento de Águilas. En concreto la subvención del Gobierno Central para acometer esta obra inicial tuvo una cuantía de 750.000 euros a los que hay que añadir otra cantidad de 250.000 euros que aportó el Ayuntamiento; un millón de euros en total para una primera fase que se ha desarrollado en el comienzo del Embarcadero, que era la zona más deteriorada por la erosión del mar.
Asimismo, es importante recordar que, como ya se anunció recientemente, el Ayuntamiento ha concurrido a una subvención de tres millones de euros para la rehabilitación de edificios públicos que ha sido ofertada por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo a través del Programa de mejora de la competitividad y de dinamización del patrimonio histórico con uso turístico para completar la rehabilitación de este embarcadero, obra del ingeniero Gustavo Gillman, que data de 1903 y está considerado el segundo más importante de España en su género.