La de la Plaza del Óvalo comenzará a llenarse este sábado después de haber sido sometida a distintas labores de prevención y control de aparición de legionelosis .
En la programación se incluye, por primera vez, la ornamental de San Antonio que fue inaugurada este abril.
Los controles se suman a los diarios de cloro y PH, los mensuales de comprobación y distintos análisis trimestrales.
La fuente de la Plaza del Óvalo, presidida por el monumento ‘Apoteosis’ de la lorquina Lola Fernández Arcas, está siendo sometida estos días a distintas actuaciones de limpieza para prevenir focos de suciedad e infección, como manifestaba el concejal de Servicios Industriales y Parques y Jardines, Antonio David Sánchez Alcaraz.
Las operaciones, explicaba, se iniciaban con el vaciado de los distintos vasos de la fuente monumental de la Plaza del Óvalo. “Se retiraba el agua por parte de los equipos técnicos de la Concejalía de Parques y Jardines y se procedía a la eliminación de hojas, bolsas de plástico y otros restos. El barrido en profundidad del suelo y las paredes realizada con cepillos capaces de arrastrar la suciedad más incrustada”.
La limpieza se ejecutaba con “chorros a presión y productos específicos. Conjuntamente con estas labores se efectuaba un análisis pormenorizado de los sistemas de tuberías internas para la correcta circulación de agua”. Los trabajos se desarrollaban de forma cómoda al carecer la zona ajardinada exterior de plantación.
La revisión periódica, mantenimiento y limpieza de las fuentes municipales se lleva a cabo cada tres meses; y, en función de la calificación de las mismas (grado superior, medio y pequeño), se establece la periodicidad de dichos trabajos. En las fuentes más proclives, los controles de cloro y PH son diarios, las revisiones mensuales y las limpiezas y los análisis trimestrales. Entre los trabajos habituales, destaca el control de cloro y PH, la revisión integral, la limpieza y desinfección y el análisis de muestras en laboratorio, aportaba el edil de Servicios Industriales y Parques y Jardines.
Sánchez Alcaraz destacaba que “es fundamental un mantenimiento adecuado de las instalaciones y fuentes de nuestra ciudad, y este trabajo de vaciado del agua y limpieza profunda, es vital, y debe de realizarse de manera previa para las posteriores labores de prevención y control de aparición de legionelosis en las todas las fuentes ornamentales del término municipal, con el objetivo de cumplir con los requisitos sanitarios para su prevención y control”.
Este sábado continuarán las tareas de llenado de la fuente del Óvalo que se inauguraba en abril de 1999, por lo que está a punto de cumplir un cuarto de siglo. Años después, a finales de marzo de 2004, acogía la escultura ‘Apoteosis’ convirtiéndose en el monumento al procesionista, un homenaje a la Semana Santa Lorquina.
Esta fuente, la de mayores dimensiones del municipio, arroja 800 litros de agua por segundo. Cuenta con un circuito cerrado a través de 80 chorros y una cortina de agua. Tres bombas de 25 caballos de potencia cada una y más de 130 focos completan el monumento.
Al listado de revisión y limpieza de fuentes se sumaba a comienzos de abril la recuperada de San Antonio, en una de las principales entradas a la ciudad. La fuente de San Antonio, en la Plaza Marisa Padilla García, es la que cuenta con la última tecnología aplicada no solo a la iluminación, sino también a la incursión de agua.
Tiene un vaso único realizado con hormigón armado, seis anillos con diversos chorros y una cascada central, además de 196 focos sumergibles y una instalación hidráulica compuesta por 19 bombas de impulsión.
Las labores de limpieza, prevención y control de aparición de legionelosis se realizan en un total de 66 fuentes ornamentales, 38 centros escolares, ocho instalaciones deportivas y cuatro albergues municipales.
Entre las fuentes que serán sometidas a estos tratamientos están las principales del centro de la ciudad, Óvalo, San Antonio, Plaza de Colón, Alameda de la Constitución y Plaza del Ibreño, a las que se sumarán las de la Plaza de la Estrella, en el barrio de San Cristóbal, y la de la Plaza del Rey Sabio, a las puertas del Santuario Patronal de la Virgen de las Huertas.