Fulgencio Gil asegura que esta medida, que considera un ataque al sector agrícola, pondrá en riesgo la economía local, que depende en gran medida del campo. «En Lorca, todos, en una u otra medida, vivimos del sector primario. Cuando golpean al campo, nos golpean a todos», afirma.
Gil denuncia que las nuevas normas de gestión del agua, impulsadas sin respaldo científico, equivalen en realidad al cierre del trasvase, afectando la agricultura y la seguridad alimentaria. Critica la decisión, que sigue una lógica ideológica en lugar de científica, y advierte que ya se han visto consecuencias similares en otros ámbitos, como la electricidad.
El alcalde recordó que Lorca tiene una larga historia de lucha por el agua y expresó su apoyo a los agricultores en el acto reivindicativo convocado por el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo Segura (SCRATS). «Vamos a estar donde nos llamen para defender a nuestra gente. Tienen el respaldo incondicional de su Ayuntamiento», concluyó.