La Comisión para investigar la demolición de las escaleras de San Patricio pone de manifiesto que se produjeron irregularidades durante el proceso de tramitación y en su derribo
Diego José Mateos: “la decisión de demoler las escalinatas fue tomada de forma unilateral, lo que sugiere que la demolición podría haber sido impulsada por intereses personales en lugar de consideraciones legítimas sobre la preservación del patrimonio cultural”
“El Partido Popular de Fulgencio Gil, se ha negado en rotundo a una posible reposición de las escalinatas, demostrando su nulo interés por el patrimonio histórico de Lorca”
Esta mañana ha tenido lugar, la Comisión para investigar la demolición de las escaleras de la Antigua Colegiata de San Patricio, el Partido Socialista ha expuesto una serie de preocupantes irregularidades en el proceso de demolición de dichas escalinatas, llevado a cabo por el Partido Popular. Estas revelaciones plantean serias dudas sobre posibles delitos patrimoniales que no pueden pasar desapercibidos.
“Una de las principales irregularidades señaladas es la falta total de supervisión arqueológica durante la demolición. Según la legislación vigente en la Región de Murcia y los propios informes de los técnicos municipales, establecen que, cualquier intervención en un edificio catalogado como BIC o su entorno debe ir acompañada de una meticulosa supervisión arqueológica para preservar posibles descubrimientos históricos. Sin embargo, en este caso, la ausencia de dicha supervisión es evidente, lo que suscita serias interrogantes sobre la integridad del proceso”, afirmaba el portavoz socialista, Diego José Mateos.
Mateos, añadía, “además, se ha demostrado que la demolición no cumplió con los requisitos establecidos por la ley de patrimonio cultural de la Región de Murcia ni por los técnicos municipales. En lugar de realizar un desmontaje adecuado de las escalinatas, se optó por una demolición directa, violando claramente la normativa y poniendo en riesgo el patrimonio histórico y cultural”.
“Otro hecho grave es que la decisión de demoler las escalinatas fue tomada de forma unilateral por el alcalde, sin consultar a otros órganos competentes ni tener en cuenta la opinión de los lorquinos. Esto sugiere que la demolición podría haber sido impulsada por intereses personales en lugar de consideraciones legítimas sobre la preservación del patrimonio cultural”, continuaba contundente Mateos Molina.
“La justificación ofrecida por el Partido Popular, en la que argumentan que la demolición se realizó para mejorar el tráfico en la zona, es completamente incongruente. Es importante señalar que la zona está destinada a convertirse en una futura área de bajas emisiones, lo que hace que la excusa de mejorar el tráfico sea aún más cuestionable y carezca de fundamento. Además, esa misma calle 10 metros más arriba, el estrechamiento que provoca el atrio de San Patricio es inferior al estrechamiento que provocaban la escalinata. Asimismo, en cuanto a la mejora de tráfico, el Plan de Movilidad Urbana Sostenible PMUS, no recoge actuación alguna en dicha calle”, sentenciaba.
Para finalizar, Diego José Mateos, añadía, “en conclusión, las irregularidades durante la demolición de las escalinatas del Edificio BIC por parte del Partido Popular son motivo de profunda preocupación y requieren una respuesta firme por parte de las autoridades competentes. El Partido Popular de Fulgencio Gil, se ha negado en rotundo a una posible reposición de las escalinatas, demostrando su nulo interés por el patrimonio histórico de Lorca”. Continuaba, “la protección de nuestro patrimonio cultural es un deber que no puede ser ignorado ni comprometido por intereses políticos o personales. Desde el Partido Socialista, nos comprometemos a actuar y tomar decisiones en consecuencia para preservar y proteger nuestro patrimonio cultural”.