La actuación consistirá en la retirada de materiales modernos que se encuentran muy deteriorados y el completado del cerramiento con sillares de similares características
Los anclajes de la cerrajería al último peldaño de la obra de 1996 se encuentran deteriorados, por lo que será necesario sanearlos y repararlos
Rosa María Medina Mínguez, edil de Fomento: “Los peldaños, que no formaban parte de la estructura original, suponían un estrechamiento en la calzada y un grave riesgo para los peatones”
La actuación que se iniciaba a comienzos de abril pasado para eliminar los peldaños del acceso al atrio de la antigua Colegial de San Patricio y ampliar la calzada quedará concluida en un par de semanas. Así lo ha anunciado este martes la edil de Fomento, Rosa María Medina Mínguez, que ha supervisado este martes la reanudación de los trabajos que quedaban suspendidos durante meses.
“Entonces, se desmontaron los escalones que ocupaban la calzada y que provocaban el estrechamiento de esta vía con el consiguiente peligro no sólo para el tráfico, sino también para los peatones, entre ellos, muchos pequeños que cada día acuden al Colegio Madre de Dios de las Madres Mercedarias o al Conservatorio de Música Narciso Yepes”, ha recordado Medina Mínguez.
Las obras pretendían eliminar los empinados escalones “que como ya se dijo en su día, no forman parte de la estructura original del muro perimetral de San Patricio, por lo que no cuentan con ningún grado de protección. Datan, como muestran los informes, de la última reforma a que fue sometido el acceso al atrio, en el año 1996. Entonces, se eliminaron los escalones del interior del atrio y se dispusieron hacia el exterior, ocupando gran parte de la calzada. Pero, además, con una pendiente tan pronunciada que hacía intransitable este acceso”, ha recalcado la edil de Fomento.
Los trabajos se han iniciado a primera hora de este martes, después de que durante la jornada de ayer se realizase el aprovisionamiento de materiales y herramientas y el vallado de la zona donde se está actuando. “Inicialmente se están retirando los materiales modernos que se encuentran muy deteriorados y a continuación se hará el completado del cerramiento con sillares de similares características. Los anclajes de la cerrajería al último peldaño de la obra, de 1996, se encuentran deteriorados, por lo que será necesario sanearlos y repararlos”.
Y ha reiterado que “los peldaños, que no formaban parte de la estructura original, suponían un estrechamiento en la calzada y un grave riesgo para los peatones”. La intervención llevará consigo “un retranqueo para diferenciar los materiales de una y otra actuación. Se realizará el desmontaje hasta el penúltimo escalón, con el fin de poder encajar los nuevos sillares en el muro, con supervisión arqueológica”.
El pavimento de la calle se completará con losas y adoquines de granito similares a los existentes y tomados con mortero de cemento. “En definitiva, se trata de una actuación de retirada de materiales modernos que se encuentran muy deteriorados y completar el cerramiento con sillares de similares características”.
Por último, la edil ha lamentado que toda la polémica generada en torno a la actuación haya imposibilitado su ejecución en el tiempo previsto inicialmente. “El Ministerio de Cultura zanjaba a mediados del pasado mes toda la polémica que generaban algunos. Nos daba la razón en el desmontaje de la escalera que se acometía en abril pasado. Reconocía que la escalera responde a la última reforma realizada en 1996 y que la actuación está fuera de la declaración de Bien de Interés Cultural del monumento. Tras la autorización para su cerramiento, se está procediendo a ello, lo que esperamos que esté concluido en un plazo de entre dos y tres semanas”.