La regeneración de los Barrios Altos de Lorca ha comenzado oficialmente este martes con el derribo de tres inmuebles adosados a la vieja Cárcel, una intervención largamente demandada por los vecinos para eliminar un foco de inseguridad en la zona. Este proyecto forma parte del programa internacional Natur-W, una ambiciosa iniciativa que busca la recuperación del casco histórico mediante soluciones basadas en la naturaleza.
El alcalde de Lorca, Fulgencio Gil Jódar, supervisó los trabajos de demolición y destacó que esta acción marca el inicio de un proyecto integral, financiado con cerca de 5 millones de euros, que incluye la rehabilitación completa de la vieja Cárcel y la creación de nuevos espacios verdes en los antiguos depósitos del Taibilla. «Se trata de un paso crucial para transformar el casco histórico, recuperar su esencia y garantizar un entorno seguro y atractivo para los lorquinos», afirmó el regidor.
Prioridad vecinal y mejora de la seguridad
El derribo responde a las reiteradas peticiones de los vecinos para acabar con un «punto negro» que generaba problemas de ocupación y requería la constante presencia de fuerzas de seguridad. «Hemos trabajado intensamente para evitar ocupaciones previas al derribo, incluso blindando puertas y ventanas con planchas de acero. Hoy, con esta acción, no solo avanzamos en la regeneración urbana, sino que también resolvemos un problema histórico de inseguridad», señaló Gil Jódar.
Natur-W: una apuesta por la sostenibilidad y la innovación
El proyecto Natur-W forma parte de la Nueva Bauhaus Europea y abarca actuaciones de rehabilitación energética en viviendas sociales, regeneración urbana y soluciones sostenibles para la gestión del agua y la energía. Entre sus pilares destaca la restauración integral de la vieja Cárcel, un monumento clave en el conjunto histórico de Lorca, y la creación de un gran espacio verde en los depósitos del Taibilla, que incorporará el ciclo del agua en la gestión urbana.
La iniciativa, liderada por el Ayuntamiento de Lorca, cuenta con la participación de empresas como SingularGreen y SBNClima, así como instituciones internacionales como el Centro Unesco sobre recursos hídricos de la Universidad de Tesalónica. Además, otros municipios europeos replicarán las acciones en sus territorios.
Proyección hacia el futuro
Gil Jódar subrayó la importancia de este proyecto en el marco del Plan Resurgir de la Vieja Ciudad, cuyo objetivo es reconstruir solares vacíos y rehabilitar viviendas en ruina. «La recuperación del casco histórico no es solo un anhelo, es una realidad que avanza con acciones concretas. Hoy damos un paso más para devolver a Lorca el esplendor de su recinto histórico, promoviendo su habitabilidad y revitalizando su economía», concluyó el alcalde.
El coste de la demolición, asumido por el Ayuntamiento, asciende a 11.434,50 euros, mientras que el proyecto de regeneración global tiene una proyección hasta 2027 y se perfila como la intervención más ambiciosa ejecutada hasta la fecha en el casco antiguo de Lorca.
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