Imagina una feria donde el sonido de la música se convierte en una vibración que recorre tu espalda, donde un código con el móvil te guía sin necesidad de ver, y donde puedes disfrutar de las luces sin el agobio del ruido. Esto no es un proyecto futuro, es la realidad de la Feria de Lorca 2025.
La ciudad murciana repite y amplía su apuesta por ser una «Feria sin barreras», un esfuerzo que la consolida como un faro nacional de inclusión. El plan trasciende lo simbólico: es práctico, tangible y diseñado con y para las personas con discapacidad.
Desde mochilas vibratorias para personas sordas hasta un refugio sensorial («Espacio Plantea Amable») para quienes sufren hipersensibilidad, cada detalle está pensado. Iniciativas como los «Días sin ruido» o las atracciones gratuitas para acompañantes demuestran que la inclusión es una prioridad transversal, gracias a la colaboración del Ayuntamiento, la asociación Musiversal y los feriantes.
«Queremos una Feria para todos, es un compromiso inquebrantable», resumió la concejala Belén Díaz. Un modelo de municipio que demuestra que la fiesta grande puede, y debe, ser accesible para todos.