“Cuánta más demanda hay, mayores son los índices de estafa, sobre todo con el uso de la digitalización después de la pandemia”, afirman los expertos
Es la misma historia cada verano: familias que buscan alquilar un piso para pasar sus vacaciones a un buen precio, y a la hora de la verdad se encuentran con que han sido estafadas. Esta tendencia, sin embargo, va en alza, pues tal y como ha alertado la Policía Nacional, el número de estafas en alquileres vacacionales aumentó el verano pasado hasta situarse por encima de los niveles de 2019 antes de la irrupción de la pandemia.
“Cuánta más demanda hay, mayores son los índices de estafa, sobre todo la digitalización del sector y el aumento de anuncios online”, explica Arantxa Goenaga, socia y abogada de Círculo Legal Barcelona. Y agrega: “La virtualidad permite que se puedan publicitar propiedades que no existen o que bien no concuerdan con las características que se anuncian. Sobre todo se produce con aquellos alquileres que están lejos para visitarlos».
Uno de los casos más comunes de estafa se da cuando el cliente se interesa por el inmueble, y el supuesto propietario argumenta distintos problemas para no mostrarlo, ya sea porque se encuentran en un lugar distinto al de su ubicación, o porque en esos momentos se encuentra ocupada.
“En este caso tan común, los estafadores solicitan el abono de un porcentaje o la totalidad del alquiler de un inmueble que, en realidad, no existe. El cliente termina no solo perdiendo el dinero, sino que además se queda sin un alquiler para disfrutar de sus vacaciones”, detalla Goenaga.
¿Cuáles son los pasos a seguir para evitar posibles estafas?
Durante los últimos años, la Policía Nacional ha ido actualizando una lista de recomendaciones que ayudan a evitar ciertas prácticas que pueden decantar en estafas durante el verano.
“La manera más sencilla de evitar una estafa es no hacer un pago por adelantado, verificar la información acudiendo personalmente al inmueble y comprobar que realmente esas personas son las propietarias o están contratadas por los propietarios”, afirma la abogada, quien también revela que es importante también realizar la denuncia correspondiente en la Policía para evitar que le suceda a más personas.
“El proceso para adquirir un alquiler vacacional debe hacerse tranquilo y siendo incisivo en varios factores”, afirma Arantxa Goenaga. Y concluye: “webs extrañas, ofertas irreales, plataformas de pago inseguras y baja calidad en la descripción de las propiedades son, sin duda, pequeños avisos de que puede tratarse de una estafa”.