Van a amnistiar incluso a procesados por terrorismo mientras a padres de familia lorquinos se les persigue, vapulea e insulta a pesar de haberse arrepentido y haber pedido perdón públicamente. A estos ganaderos se les trata peor que a terroristas.
Mientras 181 familias lorquinas afectadas por los terremotos de 2011 siguen sin recibir el pago de las ayudas del gobierno central, Sánchez ya negocia con el gobierno de Cataluña “borrar” 74.000 millones de euros de deuda.
Entre las acciones que se plantean se incluye la celebración de una concentración y un Pleno extraordinario para exigir que se cumpla la Ley, rechazar la amnistía y respaldar los pronunciamientos del colectivo judicial, en defensa de la Constitución y la democracia.
El alcalde de Lorca, Fulgencio Gil, ha informado que el Ayuntamiento no va a permanecer pasivo como mero espectador frente a la grave riesgo que sufre la democracia española, especialmente tras el pronunciamiento hecho público por parte del colectivo judicial sobre la amnistía prevista por parte del presidente del gobierno en funciones, un texto en el que afirman que vamos a “situarnos en el principio del fin de nuestra democracia, romper las reglas de la Constitución de 1978 y volar por los aires el Estado de Derecho”.
Gil Jódar ha indicado que el presidente del Gobierno se va a atrincherar en el poder a costa de arruinar nuestra democracia. A nadie le cabe duda de que el precio que paga Sánchez por mantenerse en su poltrona lo vamos a pagar todos los españoles, pero no sólo en un sentido figurado, sino que ya ha trascendido que después de arrodillar nuestra democracia, se van a iniciar los trámites para borrar la deuda de Cataluña. Es decir, van a perdonar 74.000 millones de euros a gobiernos cuyo único objetivo es romper España, mientras en nuestra ciudad les niegan el pago de poco más de un millón de euros a afectados por los terremotos de 2011, que aún no han recibido el abono de sus ayudas por parte del Ministerio de Fomento.
El alcalde de Lorca ha manifestado, además, que los ayuntamientos españoles estamos gestionando los muy escasos recursos económicos de los que disponemos de la mejor manera posible, pero siempre con la soga al cuello por parte del gobierno de España, que impone criterios de ahorro, recortes y planes de ajuste, y ahora nos encontramos con que a un gobierno que ha arruinado literalmente a sus ciudadanos por ejecutar una gestión chapucera, gastándose miles de millones de euros en montar embajadas fuera de España e inflar un proceso ilegal de independencia, se le va a extender un cheque en blanco mientras se le pone la alfombra roja.
No podemos permanecer como simples testigos frente a todo lo que está ocurriendo. No hay lugar dentro de la Constitución y la democracia para este golpe de Estado, como tampoco puede haberlo para caer en la resignación general. No nos vamos a quedar quietos mientras un gobierno, arrastrado por su propio interés de mantenerse en el poder a cualquier precio, empuja a España a convertirse en una república bananera.