El mes de enero del presente año, dio comienzo la fase de intervención del proyecto Éfivos, un proyecto, creado y ejecutado por la FOML, que ofrece terapia psicológica gratuita al alumnado de educación secundaria del municipio de Lorca, siendo este celebrado en el entorno educativo, incluyendo el servicio además, dentro del horario académico del alumnado, como si se tratase de una asignatura más.
Este proyecto se encuentra subvencionado mediante convenio de colaboración entre el Excmo. Ayto. de Lorca y la Federación de Organizaciones de Mujeres, y también a través de la concejalía de juventud de la pasada legislatura, debido a la partida presupuestaria que había pactado IU y PSOE para aprobar los presupuestos , también durante la legislatura anterior.
El proyecto fue fraguando a raíz de los resultados de otro proyecto llevado a cabo por la FOML y subvencionado por el presupuesto del Pacto de Estado del que dispone la concejalía de igualdad del Exmo. Ayuntamiento de Lorca.
Este proyecto es el “Abriendo puertas, cerrando tabúes” en su III y IV edición. En dicho proyecto, salieron a la luz datos muy preocupantes acerca de la salud mental de los adolescentes de nuestro municipio, que además, concuerdan con los reflejados en los informes de Fundación ANAR, los informes de Save The Children, el informe del Colegio de Psicólogos de la Región de Murcia, publicada este año, y el eco que se llevan haciendo los medios de comunicación durante los 3 últimos años, entre otros. Entre la sintomatología psicológica más acusada que se detectó están las conductas autolesivas (con un 39% de personas que se autolesionan entre los encuestados), la sintomatología depresiva y ansiógena, problemas con habilidades sociales, autoestima e ideación suicida.
En el año donde se baten records de suicidio en personas jóvenes en toda la historia de nuestro país (fuente: INE, 2022), nace Éfivos, para poder dar soporte vital a nuestros adolescentes en el centro escolar, ofreciendo así, a su vez, ayuda a un sistema sanitario público colapsado.
Esta primera experiencia piloto pionera, se ha ejecutado en el IES Ramón Arcas Meca, de enero a junio, donde tanto el profesorado como el equipo directivo, han estado muy implicados en el proceso y en las necesidades tanto de los participantes como del equipo técnico.
El proyecto tenía y tiene por objetivo que las/los participantes pudieran beneficiarse de un servicio de terapia psicológica grupal en el entorno educativo, de carácter gratuito, pudiendo acceder a la atención de una profesional de la psicología sanitaria especializada en psicología infanto-juvenil.
Con esto se perseguía una reducción de la sintomatología observada al inicio de la intervención. Para la celebración de las sesiones de terapia grupal, se diseñaron y celebraron un total de 19 sesiones, donde cada sesión tenía una duración de 120 minutos, dirigida por una psicóloga sanitaria especializada en infanto-juvenil. Finalmente se compusieron dos grupos, divididos por edad. El primero de ellos de los 12 a los 14 años y el segundo de 15 a 19 años, dando asistencia a un total de 12 alumnos y alumnas.
Todos los participantes, de ambos géneros y sus familias, aceptaron, bajo consentimiento firmado, participar en el proyecto por recomendación del profesorado, encargados de seleccionar a dichos alumnos/as, basándose en sus historias vitales. Los resultados, han sido los esperados, y tras la finalización de la fase de intervención, se ha podido observar que son muy positivos, encontrando mejoras muy significativas entre los/las participantes y un remisión muy pronunciada de la sintomatología encontrada durante la fase de evaluación en pre-intervención. Se han medido variables como el nivel de satisfacción vital, la sintomatología ansiógena y depresiva, las habilidades sociales, la autoestima, las conductas autolesivas, entre otros, antes de la intervención (fase de pre-intervención) y al finalizar el mismo (fase de post-intervención), con el fin de obtener datos cuantitativos de la remisión de sintomatología.
Concretamente, se observa mejora del estado de ánimo, una buena satisfacción experiencial y la aparición de sentimiento de pertenencia grupal, muy importante en el desarrollo adecuado del adolescente. Se observa también una mejora de la gestión emocional, habiendo una remisión total de conductas autolesivas en 5 de los participantes, siendo 9 los que indicaron hacerlo al comienzo del proyecto. La sintomatología depresiva, como puede ser el ánimo, la ideación suicida, la sensación de culpa, o la incapacidad para disfrutar o la desmotivación, ha mejorado a percentiles normativos, siendo al principio patológicos, incluso la sintomatología fisiológica correspondiente a un proceso de ansiedad en curso, ha decrecido en gran medida, mejorando también los niveles de ansiedad como condición generalizada y observando un decremento de la irritabilidad, la preocupación excesiva por el futuro o el miedo intenso.
Además, se han podido detectar, gracias al programa, nuevas autolisis no detectadas previamente ni por el profesorado ni por las familias, casos de bullying, acoso sexual, intento de suicidio y maltrato. En todos los casos, desde el centro escolar, se ha abierto el procedimiento y el protocolo requerido con las instituciones públicas implicadas en dichos casos. Sin duda, los resultados de esta experiencia piloto, de duración limitada (solo seis meses) ha puesto el foco en una necesidad acuciante y una realidad preocupante, como es la salud mental de nuestra población adolescente, y que con las ayudas adecuadas, pueden volver a reestablecer su proyecto vital, que en estas edades tan tempranas, a veces, se encuentra perdido.
Se espera poder conseguir los recursos económicos suficientes para implementar y escalar el proyecto no solo en un centro escolar de educación secundaria, sino extenderlo a al menos dos más del municipio para el próximo año escolar, ampliando además la fase de intervención a todo el año académico.