Una carretera peligrosa en la que los mayores y los escolares no tienen un triste paso de cebra para cruzar; una rambla “ocupada” y sin mantenimiento; y un aljibe que se utiliza como depósito de cadáveres de animales, son algunas de las situaciones denunciadas por la plataforma vecinal “Las Oliveras”
La concejala de Izquierda Unida-Verdes en el Ayuntamiento de Lorca, Gloria Martín, ha vuelto a denunciar las situaciones de “grave inseguridad” que afectan a los vecinos y vecinas de La Escucha y sobre las que ya alertó el pasado mes de septiembre “sin que nadie haya hecho lo más mínimo en resolverlas durante estos nueve meses”.
Acompañada de Antonio Ángel Díaz Serrano, número tres de la candidatura con la que Izquierda Unida-Podemos-Alianza Verde concurre a las elecciones municipales del próximo domingo, Gloria Martín se ha reunido con los integrantes de la plataforma vecinal “Las Oliveras” con quienes ha recorrido los puntos más peligrosos que afectan a la “integridad física” de los vecinos y vecinas de la zona.
Entre ellos, la edil ha reclamado la colocación de un semáforo y un paso de cebra en la
RM-620, una vía de titularidad autonómica con una Intensidad Media Diaria (IMD) de 4.662 vehículos, de los que 411 son vehículos pesados. La alta velocidad a la que los vehículos circulan por la recta que une Purias, con La Escucha, Los Jopos y La Campana, la convierte en una carretera especialmente peligrosa, como demuestra el atropello mortal de una menor de diez años en el año 2019 o la muerte de una mujer tras el choque entre un turismo y una furgoneta el pasado mes de julio, accidente que también se saldó con siete heridos. “Los niños y niñas que regresan del colegio no tienen un triste paso de peatones por el que cruzar cuando bajan del autobús que les deja directamente en el arcén de la carretera”, alertó.
Gloria Martín recordó que en septiembre “pedimos al concejal de Tráfico y Seguridad Ciudadana, José Luis Ruiz Guillén, que realizase las gestiones que sean necesarias para minimizar el riesgo de accidentes en esta vía e incrementar la seguridad de los vecinos y vecinas, pero no hemos tenido respuesta”.
También volvió a denunciar el lamentable estado de conservación de la rambla de La Galera, donde se acumulan basuras y malezas y que implica un problema de insalubridad, riesgo de incendios y, sobre todo, ha producido inundaciones en las viviendas aledañas en los días de fuertes lluvias. Sobre este asunto, Gloria Martín recordó que hace meses puso en conocimiento del equipo de Gobierno del PSOE la posible apropiación por parte de un particular de parte del cauce público de dicha rambla, en su intersección con el camino de Los Charcones. “Este propietario ha taponado parte del cauce con la construcción de un muro con el que ha ampliado su patio, lo que está generando un desvío de las aguas a otras propiedades que quedan anegadas cuando llueve. Volvemos a insistir en que se inspeccione esta actuación y en que se restaure la legalidad en lo relativo al dominio público hidráulico”, dijo al respecto. En este mismo camino, hay otras deficiencias, como la falta clamorosa de alumbrado público e incluso una señal de stop “que lleva meses tirada en el suelo”.
Por último, Gloria Martín ha anunciado que pondrá en “inmediato conocimiento” del equipo de Gobierno la situación de un viejo aljibe en el punto en que se cruzan el camino de los Valencianos y la carretera de la Almenara, que es un “verdadero peligro” y “gravísimo foco de insalubridad”. La concejala ha explicado que en la parte superior del aljibe, ahora mismo lleno de agua por las últimas lluvias”, y cubierto por la maleza, hay un agujero por el que podría caer cualquier persona y terminar ahogada. Pero es que, además, la cisterna está plagada de basuras y se ha convertido en un depósito de animales muertos “que algún desalmado está utilizando para no cumplir con sus obligaciones”. Justo al lado, hay otra edificación sin cerrar a la que cualquiera puede acceder sin problemas y que ahora mismo “se ha convertido en un pozo”.
Gloria Martín ha exigido “máxima celeridad” para precintar ambos espacios, por seguridad, así como que el Ayuntamiento obligue a sus propietarios a cumplir las ordenanzas fiscales “antes de que ocurra una desgracia”.