En la 47ª convención anual de la Agrupación de Productores Agrícolas y Criadores de Lorca, se rememoró que, tras más de cuarenta años en funcionamiento, esta representa el “motor que impulsa la economía local, preserva las zonas rurales, estabiliza la población y asegura el suministro de agua para consumo”.
El mandatario criticó al Ejecutivo por “modificar las condiciones en pleno juego” y por presentar como única solución “dos nuevas plantas desalinizadoras en Águilas y Almería que no estarían operativas hasta dentro de seis años. Es una ilusión”.
Fulgencio Gil Jódar, alcalde: “Las estadísticas sobre la reserva de agua en los embalses de otras cuencas refutan las constantes afirmaciones de algunos de que ‘no hay suficiente agua’. Lo que realmente sobra es agua; lo que falta es solidaridad”.
Las nuevas normativas para gestionar el uso del Trasvase Tajo-Segura centraron la discusión en la intervención del alcalde, Fulgencio Gil Jódar, quien abrió la 47ª reunión anual de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Agricultoras de Lorca, celebrada en el Centro de Exposiciones y Congresos de Ifelor en la tarde del miércoles. El alcalde elogió el Tajo-Segura como una “estructura clave e imprescindible” para la progresión económica del municipio y calificó su cierre como la “pérdida más grave en toda nuestra historia, comparable a la reconversión industrial de los años 80”.
Las nuevas directrices para el empleo del Trasvase Tajo-Segura –afirmó- suponen que “casi ningún agua volverá a llegar a Murcia, Almería y Alicante, lo que indica que el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico anuncia la desaparición de la agricultura y la ganadería en Lorca y el Valle del Guadalentín, así como en Murcia”. Además, subrayó que, tras más de cuarenta años de funcionamiento, este sistema ha sido “el motor de la economía, el sostén de las zonas rurales, la estabilidad poblacional y el garante del suministro de agua potable”.
El alcalde acusa al Gobierno Central de alterar las reglas en el momento equivocado y denuncia que la única solución propuesta son dos nuevas plantas desalinizadoras que no estarán listas hasta dentro de seis años. Además, afirma que, mientras tanto, las reservas de agua en otros embalses contradicen la narrativa de que “no hay suficiente agua”, ya que en realidad “lo que falta es solidaridad”.
El alcalde ha señalado que la verdadera necesidad es “una distribución justa”. Critica que no se hayan considerado opciones para irrigar cultivos como lechugas, brócoli, alcachofas, cebollas, melones y sandías… producción que no solo abastece a Lorca, sino también a Francia, Alemania, Reino Unido y Países Bajos, cuyos supermercados están llenos de nuestros productos. Sostiene que, con las reglas actuales, no llegará agua del Trasvase Tajo-Segura, ya que la elevación de los caudales ecológicos a 8,6 metros cúbicos por segundo en Aranjuez está prevista para dentro de dos años, y aún faltarán al menos otros cuatro para que las desaladoras anunciadas como “salvadoras” de los agricultores de Almería, Murcia y Alicante puedan estar disponibles.
El alcalde agregó que, en paralelo, “nos encontramos con noticias alarmantes como que uno de los embalses del sistema, el de Entrepeñas, ya se ha desbordado sin que el canal de desagüe al embalse de Buendía lo impida. Sus reservas han llegado a niveles históricos, alcanzando los 929 hectómetros cúbicos. Entretanto, seguimos sin agua, sin saber con qué vamos a irrigar nuestras huertas o alimentar al ganado. Pero este problema no solo afecta a agricultores y ganaderos, sino a toda la ciudadanía, porque todos necesitamos agua para beber, bañarnos y vivir”.
El sector primario, ha insistido, “es el motor económico de Lorca. Perderlo significaría una reconversión radical que pondría en riesgo nuestra economía local. Volveríamos a la situación del pasado, cuando muchos tuvieron que emigrar en busca de trabajo para sostener a sus familias. Esa sería la consecuencia de perder el Trasvase Tajo-Segura”.
El primer edil también pidió un “Gobierno fuerte que respete las reglas de gestión del Trasvase y que trate por igual a todos los españoles, sin importar en qué parte del país vivan. Además, reclamamos con urgencia un Plan Nacional de Agua que permita la interconexión entre cuencas para transportar el agua allí donde más se necesita y garantizar la continuidad de nuestra producción. Si no se toman medidas, desaparecerá nuestra agricultura, la ganadería y el abastecimiento alimentario de nuestro país y de la Unión Europea”.
Para cerrar, expresó que “esta situación no es solo un problema de agricultores y ganaderos, sino de toda la sociedad. El sector primario está en riesgo, y con él, Lorca, el Valle del Guadalentín, Murcia, Andalucía y Valencia. No podemos permitir que nos tiemble el pulso. Debemos actuar de inmediato, porque de ello depende nuestra economía, nuestra supervivencia y la continuidad de nuestra forma de vida”.