Su protesta es el reflejo de la situación crítica de la sanidad pública en nuestro país. Aquí, en la Región de Murcia, lo vemos cada día: falta de personal, falta de recursos, hospitales desbordados y profesionales al límite. ¿Y qué soluciones se proponen? Solo parches y más parches en un sistema que está al borde del colapso.
Pero no nos engañemos. Esto no es casualidad. La sanidad en Murcia está infrafinanciada, y esa infrafinanciación no es un error, es un castigo del Gobierno de Pedro Sánchez. En los últimos 20 años, nuestra región ha dejado de percibir casi 11.000 millones de euros. ¿Y qué hace el Gobierno con nuestro dinero? Derrocharlo en concesiones a separatistas, en chiringuitos ideológicos, en comprar voluntades para mantenerse en el poder o en financiar hospitales en Marruecos. Mientras tanto, aquí en Lorca seguimos esperando un hospital digno y más sanitarios.
La sanidad pública en España no necesita discursos vacíos ni promesas que nunca llegan. Necesita financiación justa, necesita gestión eficaz, necesita un Gobierno que piense en los españoles y no en sus socios separatistas. Nosotros pedimos algo de puro sentido comun: el dinero de los españoles tiene que ser para garantizar servicios públicos de calidad, no para privilegios, no para corruptelas y, desde luego, no para los socios separatistas del Gobierno.