La iniciativa que reúne a medio centenar de participantes, entre mayores del centro de día Poncemar y alumnos del CEIP San Cristóbal, tiene como objetivo realizar actividades conjuntas que combatan estereotipos y fomenten la convivencia
Astrade y el IES Bartolomé Peréz Casas se suman a este proyecto puesto en marcha por Poncemar, la UMU, el Ayuntamiento de Lorca y la Fundación Cepaim en el que se tratarán como novedad aspectos relacionados con la accesibilidad, la inclusión y la soledad
Rosa Mª Medina, edil de Educación: “Los buenos resultados del año pasado nos han animado a seguir apostando por esta experiencia única en España que mejora la calidad de vida de los mayores y promueve valores de respeto y solidaridad en las nuevas generaciones”
La Fundación Poncemar y la Universidad de Murcia, en colaboración con el Ayuntamiento de Lorca y la Fundación Cepaim, van a desarrollar durante este año la segunda edición del proyecto ‘Vidas que se unen’, una iniciativa que promoverá hasta el mes de mayo la solidaridad intergeneracional y la inclusión social en Lorca y en la que participan medio centenar de personas.
La concejal de Educación del Ayuntamiento de Lorca, Rosa María Medina Mínguez, que ha presentado este jueves este nuevo proyecto junto al gerente de la Fundación Poncemar, Luis Martínez Muñoz; y la profesora de la Universidad de Murcia, Silvia Martínez de Miguel, ha manifestado que “los buenos resultados que arrojo este proyecto el año pasado han hecho que todas las administraciones que trabajamos en el mismo volvamos a ponerlo en marcha un año más, además, en esta edición se han sumado otras instituciones colaborativas al proyecto como son Astrade y el IES Bartolomé Pérez Casas que ayudará a proporcionar recursos audiovisuales a la iniciativa”.
Las novedades de esta edición son el trabajo de dos bloques de contenidos: accesibilidad, inclusión y soledad, cuestiones clave que tienen que ver con el diagnóstico realizado por la Cátedra Poncemar, en colaboración con el Ayuntamiento de Lorca, para incorporarse a la Red de Ciudades Amigables para las personas mayores promovida por la Organización Mundial de la Salud. “Se va a tratar de reflexionar sobre la accesibilidad de su barrio desde cada colectivo, y de manera intergeneracional, su percepción acerca de la inclusión o exclusión por razones de origen cultural o edad, y la soledad como fenómeno. Son aspectos que afectan a la creación de una sociedad más justa, solidaria y equitativa en la que se pretende que tanto niños y mayores puedan ofrecer su perspectiva, reflexionar sobre ella y proponer alternativas, desarrollando un proyecto con un potente trabajo socioeducativo empoderando y dando voz a los verdaderos protagonistas”, ha indicado por su parte la profesora Silvia Martínez de Miguel.
Esta experiencia, en la que participan los mayores del centro de día de Poncemar y los alumnos de colegio San Cristóbal, tiene como objetivo transformar tanto el centro escolar como el centro de día en espacios abiertos, ya que los mayores pueden estar en constante contacto con su entorno y con las nuevas generaciones, realizando activamente numerosas actividades con el objetivo de eliminar estereotipos por edad o la procedencia étnica, contribuyendo a fortalecer vínculos entre ellos y favoreciendo el fomento de las capacidades funcionales y cognitivas. Además, cabe destacar que tanto el centro de día de Poncemar como el colegio San Cristóbal, se ubican en el Barrio de San Cristóbal, una zona de amplia diversidad cultural que tiene un gran potencial para combatir la brecha generacional.
Rosa María Medina también ha explicado el desarrollo del proyecto detallando que “a lo largo de las sesiones, que se alargarán hasta el mes de mayo, los niños se trasladarán al centro de día al que asisten los mayores, – aunque algunas sesiones se realizarán también en el colegio o en el entorno del barrio-, para llevar a cabo diversas actividades diseñadas para abordar temas de interés y necesidades, incluyendo juegos tradicionales, nuevas tecnologías, tradiciones, convivencia, y conocimiento del medio natural, entre otros”. La colaboración desinteresada de maestros jubilados en algunas de las sesiones también enriquecerá aún más este proyecto, ya que podrán compartir su experiencia con los participantes, al igual que se hizo el año pasado.
La edil de Educación ha incidido en que “los resultados obtenidos en la primera edición de este proyecto muestran el cumplimiento de los objetivos, ya que se han producido mejoras en la autonomía física, cognitiva y motivacional de los participantes, y se han creado grandes vínculos solidarios, culturales, de respeto y de ayuda entre los niños y los mayores. “Este éxito ha superado las expectativas establecidas dadas la multitud de beneficios generados, por este motivo, tanto desde el Gobierno de Lorca como desde la Fundación Poncemar, Universidad de Murcia, colegio San Cristóbal y Fundación Cepaim, hemos querido volver a ponerlo en marcha este año y trabajamos conjuntamente en difundir esta iniciativa a otros centros educativos e instituciones de mayores”, ha reseñado.
Medina Mínguez, asimismo, ha recordado que “el Ayuntamiento de Lorca respaldó la primera edición de ‘Vidas que se unen’, porque entendimos desde el principio la importancia que tenía, tanto para los niños como para las personas mayores de la Fundación Poncemar, el poder realizar esta actividad, que no solamente potencia y ensalza esos valores de convivencia entre los niños y de respeto hacia los mayores, sino que también tiene otra finalidad que es la de la investigación, la finalidad académica, así como mejorar las relaciones y la calidad de vida de las personas mayores”.
El Consistorio lorquino también colaboró con la elaboración de un documental, que se puede visualizar a través de la plataforma Youtube en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=BBVas6mhV7c, y una exposición fotográfica en el Huerto Ruano que reflejaron los aspectos más destacados de la iniciativa y que le dio un alcance divulgador más amplio, ya que también se concertaron numerosas visitas especializadas a la exposición para que diferentes entidades pudiesen conocer en profundidad esta experiencia. Además, los alumnos del grupo de infantil de 5 años B del CEIP San Cristóbal, recibieron el ‘Premio CERM’ edición 2024 en la categoría de alumnado por el proyecto ‘Vidas que se unen’, un galardón que otorga el Consejo Escolar de la Región de Murcia, y que fue concedido al gracias a una propuesta elevada por el Consejo Escolar Municipal de Lorca.