El pleno ha sido convocado sin ser anunciado ni en la web municipal ni en las redes sociales del Ayuntamiento, tal como se venía haciendo.
Este jueves 3 de octubre a las 13:30 tendrá lugar el pleno extraordinario solicitado por el PSOE de Alhama de Murcia para reprobar a la alcaldesa del Partido Popular, María Cánovas «por sus continuas salidas de tono y su incapacidad manifiesta para gestionar el municipio«, como único punto del orden del día.
Una sesión a la que han sido convocados los 21 concejales de la corporación municipal, pero que no se ha publicado ni en la página web municipal ni en las redes sociales del Consistorio, como es costumbre. Tampoco han facilitado la información a los medios de comunicación.
La coalición de Gobierno que existe entre PP, Vox y Alhama@Una puede quedar muy debilitada si el concejal del grupo independiente vota a favor de la moción de reprobación. Sus desavenencias y encontronazos con una parte de sus compañeros han quedado evidenciadas en estos últimos meses, especialmente con la responsable de Seguridad Ciudadana, Miriam Díaz, quien dijo que «si el pleno se había convertido en un circo, era por culpa del concejal de Alhama@Una». Pero también con el edil de Hacienda, José Pedro Otón, que en este año y medio de legislatura ha sido incapaz de presentar unos presupuestos municipales, a pesar de ser el concejal con mayor salario de la última década, con 54.000 euros al año. Lo que ha desembocado en un enfrentamiento entre ambos, que llevó a Toni Sibina (Alhama@Una) a reclamarle públicamente que desbloqueara las partidas destinadas al área Deportes, que gestiona por delegación de la alcaldesa.
Hay que recordar que la corporación alhameña en esta legislatura está compuesta por 8 concejales del Partido Popular, 8 del Partido Socialista, 2 de Izquierda Unida, 2 de Vox y 1 de Alhama@Una. En caso de que el edil independiente se abstenga y se puedan conformar dos bloques de 10 votos cada uno, desempataría la alcaldesa con su voto de calidad.
El Partido Socialista de Alhama solicitó el pasado 20 de septiembre la celebración de este pleno, haciendo uso de la facultad que le da el Reglamento Orgánico del Ayuntamiento, al contar con más de una cuarta parte de miembros de la Corporación.
El objetivo de la reprobación es poner de relieve la situación que está atravesando el municipio de Alhama de Murcia por la actitud de la alcaldesa, María Cánovas, con continuos titulares en prensa a nivel regional y nacional. El más reciente, tras afirmar que los grupos de la oposición preferían gastar el dinero público en “putas y cocaína”.
Un hecho por el que, lejos de disculparse, se ha reafirmado en posteriores entrevistas y declaraciones públicas, yendo más allá y refiriéndose a toda la izquierda como la “putrefacción de la política española”.
Nos encontramos en el segundo año de esta legislatura y la paralización de Alhama es total. No hay presupuestos municipales, que son la columna vertebral de todo ayuntamiento, un hecho insólito, ya que el Ejecutivo local cuenta con una mayoría suficiente para aprobarlos. Lo que ha llevado al equipo de Gobierno actual a tener que sacar ya 5 millones de euros de los ahorros de los alhameños para gastos corrientes, de los 19 millones que dejó el anterior Gobierno socialista.
Una merma en el dinero con el que cuenta el consistorio que no se ha traducido en nuevos proyectos. Sin embargo, se ha producido un empeoramiento de los servicios públicos existentes, con recortes en diferentes programas como en Educación y Servicios Sociales. Otra de las críticas se centra en la falta de transparencia, desde las filas socialistas denuncian que se está ocultando de manera sistemática información sobre la gestión municipal a los vecinos y a la oposición.
A ello hay que sumar la polémica generada estos días en torno a las fiestas patronales de la localidad, que comienzan este viernes 4 de octubre, con desencuentros continuos con las peñas responsables de las carpas de noche y de la organización de actividades destacadas de la feria, como la cucaña o el desfile de carrozas.
Todo comenzó cuando la alcaldesa trasladó a estos grupos un recorte en el horario de cierre de las carpas, lo que generó un profundo malestar entre sus miembros. Después de distintas reuniones, les emplazó a hacerse cargo de la seguridad privada del recinto, algo que es competencia del propio Ayuntamiento al tratarse de un espacio y evento público. Ante esta situación, el edil de festejos, Daniel Ruano, explicó la semana pasada que no había participado en la elaboración del programa de la feria de este año por desavenencias con la alcaldesa y que había puesto su cargo a disposición de la regidora, renunciando a su acta si no se respetaba la voluntad de las peñas.