“Me indigna la paralización de las obras de El Gorgel, es un disparate y el ejemplo de cómo la política es capaz de cargar grandes proyectos”
Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, es una de las personas que mejor conoce la Región de Murcia. Sus distintos puestos en la administración, su condición de diputado regional durante 7 años y su extraordinaria preparación en el mundo de la ingeniería le avalan para decir, entre otras cuestiones, que “la ministra Ribera ha mostrado su perversidad política con la Región de Murcia y con el sureste, imponiendo unos caudales ecológicos que se ha sacado de la manga con el fin de que no se pueda traer agua la cuenca del Segura”. Juan Guillamón lamenta que la huerta de Murcia agonice “es desesperante el que se haya tenido que llegar a esto, es lamentable”. Uno de sus mayores disgustos ha sido la paralización del proyecto de El Gorgel, en el Puerto de Cartagena: “es un disparate y el ejemplo de cómo es posible que la política sea capaz de cargarse grandes proyectos”. Optimista y enamorado de la tierra que le vio nacer le augura a la Región “un futuro muy halagüeño”.
Usted es, entre otras cosas, Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, ¿qué le llevó a estudiar esta carrera?
La eligieron mis padres, sobrevaloraron mi capacidad y me hicieron una faena por meterme en un sitio donde solo había una escuela en España y estaban los mejores de cada casa, los premios extraordinarios, los cuadros de honor, los más inteligentes y yo… y me costó horrores hacer la carrera, aunque ello me ha servido para poder llevar una vida tranquila y muy interesante.
Ha simultaneado su actividad laboral con la política, ¿cuál es el motivo por el que decide ser parlamentario regional?
Parlamentario Regional fui porque el presidente Valcárcel me llamó y me ofreció entrar como independiente en el grupo popular, lo cual acepté encantado. Yo soy una persona que me he mirado siempre el ombligo que he pensado en mí. El hecho de entrar en política me hizo dar un cambio y que lo primero pasaran a ser los ciudadanos. Con ese ánimo entré, pero no estoy satisfecho porque pensaba hacer mucho más. Faltando un año para acabar la segunda legislatura presenté la dimisión para darme yo una propia lección.
¿Cuáles son los principales retos a los que usted se enfrentó durante su carrera universitaria?
Mi carrera universitaria, Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, era en aquellos años, la década de los 60, muy difícil y yo tuve la comprensión de mis padres, ya que en ese tiempo hice también el grado medio de Ingeniero Técnico de Obras Públicas y me matriculé en sociología. Me dieron por todos los lados y como ejemplo en una sola asignatura empleé el doble de tiempo que con el resto. Ahora puedo decir que fui un pésimo y, a la vez, excelente estudiante, porque al final terminé mi carrera con la calificación de notable.
Usted tiene la especialidad en Hidráulica y Energía, ¿qué opina de la falta de agua que padece la Región de Murcia?, ¿y de los problemas generados con respecto a los recortes del Plan Hidrológico Nacional?
Que los políticos, en vez de resolver problemas, los complican. Yo creo que el destructor de todo esto fue el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, que utilizó como bandera política el ataque al trasvase Tajo-Segura. Es increíble que hayamos llegado hoy en día a que un político verde diga que no hay que hacer obras hidráulicas, que hay que dejar que los ríos ocupen las lagunas. Si no fuera por las 1.200 presas que tenemos en España y por la política de Franco, que no estoy diciendo que yo sea partidario de las dictaduras, pero la política hidráulica de los años 50 y 60 ha hecho que todos los españoles podemos beber agua y regar. La hidráulica es la mejor alidada siempre que tiene la ordenación del territorio, siempre y cuando esté bien estructurada. Ahora se anuncia que los pantanos están vacíos, que disparate que no se pueda ahora traer agua de otros sitios. En el año 1993 Borrell hizo un Plan hidrológico impresionante que consistía en conectar todas las cuencas, con 2.500 kilómetros de riego con aguas limpias, pero aquello se vino abajo lamentablemente. En Europa está todo conectado, en el siglo XVII Francia se conecta al Mediterráneo con el Atlántico mediante un canal. En España no están conectadas las cosas y esto me llevan los demonios. Las infraestructuras denostadas por la ministra, que gran pecado los extremos y denostaciones de esta doctrina verde que en este momento nos está haciendo que, en España, que no es un país seco, lo estemos pasando mal por lo pesimamente repartida que está el agua. Yo soy partidario de las infraestructuras hidráulicas.
El Gobierno ya ha pedido a los agricultores que no planten hortalizas porque no habrá agua del Trasvase Tajo-Segura, ¿qué podemos hacer ante un disparate de esta categoría?
Irremediablemente vamos a tener que admitir que no vamos a generar riqueza por la falta de agua. La ministra Ribera ha mostrado su perversidad política con la Región de Murcia y con sureste imponiendo unos caudales ecológicos que se ha sacado de la manga con el fin de que no se pueda traer agua. Hay que luchar contra eso. El caudal, mal llamado ecológico, que se ha instaurado en el Tajo a la altura de Aranjuez, es el suficiente como para que el trasvase Tajo-Segura poco a poco esté medio muerto originándose la catástrofe económica y ambiental para toda España. No olvidemos que la cuenca del Segura es proveedora y exportadora de productos agrícolas. Es desesperante el que se haya tenido que llegar a esto, es lamentable.
Usted fue Delegado del Gobierno en la Confederación Hidrográfica del Segura, ¿cómo solucionaría el grave problema del agua que nos está condenando a convertirnos en un desierto?
En primer lugar, los trasvases, que es lo que menos energía gasta y se puede, con una sabía explotación de los recursos. ¿Qué hay que meterle algo de política en el asunto?, pues vamos a hacer plantas desaladoras. Nos han acusado a los murcianos de no ser partidarios de la desalación, que es una mentira como un castillo, porque en el Plan Hidrológico del Partido Popular del año 2004 figuraban 200 hectómetro cúbicos procedentes de la desalación. Por ello, no me parece mal esta solución, aunque siempre con el condicionante de que es más caro que traer el agua por sus propios cauces. Yo lo que haría es el plan de 1993, el de Borrell, donde el Duero se comunica con el Ebro y este con el Júcar, el Guadiana con el Tajo, y el Guadiana con el Segura. Se puede hacer, pero ahora es imposible. A mí se me puede tachar de loco por parte de los verdes por plantear esto, pero esa es la solución y es lo que se hace en países razonables.
Al problema del agua se une también el desastre ecológico del Mar Menor, los ecologistas ya han advertido que este mar se encuentra en “punto de no retorno”.
Nos hemos pasado con el Mar Menor. Hace 50 años estaba impoluto y luego ha habido una agresión clarísima, con toda la urbanización enorme y la agricultura. Esta agricultura no era ecológica y en ese momento no utilizaba buenas prácticas. Yo me niego a decir que no tiene solución, claro que la tiene. La agricultura no se puede eliminar, pero tiene que ser sostenible. Hay que hace políticas que permitan su recuperación. Yo creo que la ley actual del Mar Menor va en esa línea y gracias a ello está mejor. El ejemplo que yo pongo es que no podemos suprimir circular a los vehículos por contaminar, lo que hay que hacer es poner condiciones para que las emisiones sean limitadas. Tiene que ser contemplado como un objeto de salvación que sea compatible con la agricultura y el turismo.
Usted fue miembro de la comisión especial de seguimiento de la llegada del AVE a la Región de Murcia, ¿es la falta de comunicaciones el mayor problema para el crecimiento de la Región?
Sin duda, las comunicaciones son fundamentales. Con respecto al AVE, tengo que decir que hay una plataforma pro soterramiento y a la que hay que adjudicarle el mérito de que gracias a su lucha ha llegado soterrado, lo cual es bueno para cierta parte de Murcia. Pero por su belicosidad han aprovechado la oportunidad para desgastar al gobierno y nos ha costado cuatro años de retraso.
El aeropuerto no acaba de despegar, ¿ha sido una inversión innecesaria?
No, es absolutamente necesaria. La Región de Murcia no puede tener el aeropuerto en Alicante, eso es incompatible para el progreso de nuestra Región. Aún no está plenamente desarrollado, pero con toda seguridad dentro de unos años va a ser un centro de operaciones económicas importantes. No hay que olvidar que el aeropuerto de San Javier llegó a 2 millones de pasajeros al año y era el décimo de España. Con este hay que tener paciencia y tranquilidad porque va a ser rentable por sí mismo y por la riqueza que va a generar en la Región de Murcia.
Entre su extensa actividad usted ha sido decano del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Región de Murcia, desde 1992 hasta el año 2010, ¿qué aportó usted y su equipo a la sociedad de la Región durante este periodo de tiempo?
Mientras que yo he sido decano tuvimos mucha actividad porque éramos un organismo para la defensa del colegiado, pero con la capacidad de ser un interviniente en la vida pública. Han participado en actividades numerosos colectivos, como las amas de casa, los sindicaros, los vecinos, etc. Durante estos años editamos un libro en el que teníamos recogidas todas nuestras intervenciones y calculo que serían más de 50, en todo tipo de temas. Por otro lado, yo tuve muy buena relación con Madrid y pude influir para que el colegio, a nivel nacional, se opusiera al deseo de la ministra Narbona empeñada en eliminar el trasvase del Ebro.
También ha sido vocal de la Junta de Gobierno Nacional del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, ¿cómo está posicionada Murcia?, ¿hay un buen nivel de ingenieros con respecto a otras comunidades autónomas?
Para mí es sorprendente lo que me dice el decano actual, y es que no hay paro en nuestra profesión. Cuando yo salí del colegio éramos unos 300 y ahora somos un colectivo de casi 600.
¿Cree que estamos en un mundo demasiado condicionado por la era digital y conceptos como la Inteligencia Artificial?
Yo creo que cuando se genera una novedad, en ese momento hay un rechazo, pero luego se supera. Lo que no podemos es exagerar, porque con la inteligencia Artificial lo única que va a pasar es que nuestros e hijos y nietos se van a adaptar con toda seguridad. Yo estoy muy interesado y admirado con todo lo que se puede generar con IA, pero el alma es el alma. Al final creo que será estupenda.
También formó parte del Consejo Social de la Universidad de Murcia, ¿cómo ve a los estudiantes de ingeniería en la actualidad y que consejo les daría a los que deciden estudiar esta profesión?
Afortunadamente todo ha cambiado mucho. En mi época, para poder defendernos, había que estudiar arquitectura o alguna ingeniería, pero ahora, por ejemplo, lo más interesante son las carretas científicas porque tenemos que innovar. La técnica está regulada, cualquier profesional puede resolver problemas con un ábaco, pero ¿quién lo fabrica? Por eso yo creo que lo interesante es que la gente estudie ciencia pura.
Perteneció en su día al Consejo Asesor de Urbanismo, ¿cuál es el principal problema urbanístico de la Región de Murcia?, quizá el desastre de planificación producido en La Manga del Mar Menor.
La Manga se nos ha ido de las manos, su gestación se hizo antes de la llegada de la democracia y entonces había menos controles y hemos ido a remolque. Si ahora me dejan esta playa vacía yo metía la misma gente, pero de una manera diferente. El problema es la distribución actual. Barbaridades urbanísticas en la Región no ha habido. El mayor problema urbanístico es la gestión, los papeleos y los trámites que es muy pesado.
También estuvo integrado en el consejo de administración de la Autoridad Portuaria del Puerto de Cartagena, ¿qué le parece la decisión del gobierno de paralizar El Gorguel?
Un disparate y el ejemplo de cómo es posible que la política sea capaz de cargarse grandes proyectos. Cualquier proyecto de obra publica tiene impacto. El problema es que Cartagena, que está mejor situada que Algeciras, Alicante y Valencia, en estos momentos no tienen la posibilidad de meter contenedores. Habría que meter dos millones de contenedores, y eso solo cabe en El Gorgel. Hay que hacerlo compatible para que a la ciudad llegue todo, pero la alternativa cero no me va. Yo creo que uno de los mayores disgustos que yo he tenido con respecto al Puerto, es un disparate, como el trasvase. La política no puede ser para que nos peleemos y estemos partidos por la mitad.
Otra de sus actividades pasadas fue la presidencia de la Asamblea Regional de la Cruz Roja de la Región de Murcia, ¿qué aprendió de aquella experiencia?
Cuando me proponen ser presidente comprendí que tenía que tener una aptitud de servicio a los demás, y aprendí muchísimo. Eso te da un sentido de la vida, comprendes que no somos el ombligo del mundo y que hay que pensar en los demás. Eso me sirvió muchísimo. Fui tres años presidente y una de las cosas que hicimos fue la de crear un centro de drogadictos en Murcia.
¿Cómo fue su etapa como presidente del Consejo de Administración del Real Murcia?
El recuerdo es agridulce. Yo estuve en el Real Murcia 49 días solo. Fue una cosa impresionante. Cogimos al equipo tras la sorpresiva dimisión de Samper que nos dejó “en pelotas”. Estábamos en descenso y nos tuvimos que hacer cargo del equipo. Nos faltaban unos 5 puntos para la salvación. Cuando nos fuimos, estábamos a cuatro puntos del ascenso y generemos dos millones y medio de euros porque todos nos apoyaron. Le confieso mi fantasía futbolística es que el Murcia le ganara por dos uno en el último minuto al Cartagena, jugando en la ciudad portuaria con el equipo en primera división.
¿Cómo ha evolucionado la Región de Murcia desde sus comienzos en la profesión?, ¿con qué perspectiva ve la situación ahora que está jubilado?
Yo la veo fantástica, cuando vuelvo a Murcia después de finalizar la carrera, me preguntaba ¿a ver dónde me meto? La Murcia de aquella época era distinta y ahora hemos evolucionado a pasos agigantados. Murcia se ha convertido en la séptima capital de España. Destacar además Cartagena, que todavía se tiene que recuperar de la crisis que sufrió hace 30 años. Yo cuando traía a los ingenieros de España los llevaba a Cartagena porque es un museo al aire libre.
¿Hacia dónde cree usted que camina la Región?
Yo veo un futuro muy halagüeño, la veo bien e irá a mejor. Los murcianos somos muy emprendedores. A la agricultura hay que darle caña, y a la transformación de la agricultura en productos industriales también. Si Murcia es una ciudad de primer orden en el primer sistema económico que es la agricultura, si además el tema comercial y urbanístico también va bien, hay progreso. Lo importante es que los partidos de las distintas ideologías se pongan de acuerdo y miren para adelante y que vean que lo primero es Murcia.
¿Qué hace usted cuando no trabaja?
Mi principal ocupación soy yo mismo. Estoy jubilado, pero me falta tiempo para todo lo que hago. Viajo mucho, escribo en el periódico y llevo publicados más de 3.000 artículos. También participo en programas de la radio. Desde que me jubilé he sido miembro de la Autoridad Portuaria, he estado en el Consejo económico de la Universidad y voy mucho al futbol sala y al baloncesto. Pero lo más importante de todos son mis nietos. Actualmente, lo que más me interesa es aceptar que la que manda es mi mujer, Mariló
Abuelo entrañable y con una extraordinaria capacidad de superación
Vital, interesante, culto y entrañable. Así es Juan Guillamón, una persona a la que, tras su jubilación, lejos de entrar en la inactividad, le falta tiempo para todo lo que hace. Así lo reconoce tras relatar que su tiempo libre lo
dedica a “viajar, escribir en el periódico, participar en programas de radio e ir mucho al futbol sala y al baloncesto”. Para él, lo más importante de todo “son mis nietos”, a los que dedica mucho tiempo. Añade, con humor,
que “lo que más me interesa ahora es aceptar que la que manda en casa es mi mujer, Mariló”.
Padre de Marta, Juan y Blanca, la familia “le adora, porque es una persona extraordinaria”, así lo explica su yerno, Rafael Álvarez-Osorio González. Prueba de su inmensa capacidad para luchar y salir adelante en la vida es
como se repuso de un grave accidente de tren que le llevó a varias hospitalizaciones, a ver mermada su mano izquierda y a perder su mano derecha. “Tuvo incluso que aprender a funcionar de nuevo en el día a día,
y lo superó de una forma brillante. Su capacidad de reinventarse es extraordinaria y quedó demostrado, tras este fatídico accidente, que tuvo una voluntad enorme para gestionar una situación vital muy dura y extrema”.
Juan Guillamón fue una de las víctimas del fatídico accidente ferroviario ocurrido hace 20 años en Chinchilla, que segó la vida de 19 personas. Su fortaleza física le permitió salir por una de las ventanas, pero tuvo que
pagar un precio muy alto, perder las manos. Aun siendo “horribles” los primeros años, ha tenido la inmensa capacidad de salir adelante. “Me he ido adaptando de tal manera que ahora se me olvida que no tengo manos.
He puesto mucho de mi parte, la actitud del enfermo ayuda mucho en la curación”, concluye.