La zona especialmente degradada ha sido transformada en un enclave privilegiado desde el que se divisan Castillo, campanarios y tejados
El montículo, rodeado por viviendas de las calles Vicente Ruiz Llamas, Plaza de Alcolea, calle Espín y Alta, era un lugar cerrado y sin acceso que generaba constantes quejas por el estado en que se encontraba
Fulgencio Gil Jódar, alcalde: “El Cabezo de las Palas se convierte en un elemento dinamizador de una zona deprimida, pero también en un pulmón verde en pleno casco antiguo de la Ciudad”
El Cabezo de las Palas ha experimentado una profunda transformación. “Se ha convertido en un elemento dinamizador de una zona deprimida que generaba constantes quejas de los vecinos. Ahora es un pulmón verde en pleno casco antiguo de la Ciudad. Un mirador desde el que contemplar el Castillo, los campanarios de las iglesias, los tejados de la ‘vieja ciudad’, las estrellas. Lo que se ha hecho en este privilegiado enclave es un claro ejemplo de la transformación que pretendemos para Lorca”, ha asegurado en la tarde de este martes el alcalde, Fulgencio Gil Jódar.
El montículo, rodeado por viviendas de las calles Vicente Ruiz Llamas, Plaza de Alcolea, calle Espín y Alta, era un lugar cerrado y sin acceso que generaba constantes quejas por el mal estado en que se encontraba. “Es el primer mirador del casco antiguo de la Ciudad, pero pretendemos que este recurso turístico se multiplique. Queremos crear nuevos espacios para crear una ruta de atalayas desde las que contemplar Lorca de una forma diferente”, ha explicado el alcalde.
La actuación se iniciaba a finales de abril. En poco más de dos meses y medio el Cabezo de las Palas ha experimentado una profunda transformación. “Se ha renaturalizado todo el montículo, pero antes, se ha procedido al despeje y limpieza de maleza en casi 500 metros cuadrados de terreno, respetando la orografía del cabezo, para continuar con la construcción de un muro para el cierre de la parcela y la colocación de una verja y puerta de control de acceso”, ha añadido.
Las labores han incluido la construcción de una rampa para permitir la entrada de maquinaria especializada a la parte superior del montículo. La entrada peatonal cuenta con una escalera con traviesas de madera. En la explanada superior se han plantado árboles Morus alba fruitless (morera sin fruto) de casi dos metros de altura, dotados con sistema de riego programado que permitirá un rápido crecimiento y zonas de sombra. “El Cabezo de las Palas era un lugar sin acceso. Un espacio municipal sin uso alguno, pero que generaba constantes quejas del vecindario. Lo que hemos logrado es incorporar un elemento dinamizador al casco antiguo. Es un paso más para recuperar el conjunto histórico artístico. Toda la zona va a vivir un resurgir”, ha insistido el alcalde.
El Cabezo de las Palas se convierte en un mirador con unas vistas panorámicas de 360 grados desde el que divisar las iglesias de San Francisco, el Carmen, el complejo arquitectónico de El Calvario, el Castillo, la ermita de San Roque y San Sebastián, San Pedro, Santa María y San Juan y la fachada principal de la antigua Colegial de San Patricio. La calle Alta confiere un protagonismo especial al convertirse en una de las principales vías para llegar a este mirador, pero no será la única, ya que el acceso incluye otras vías como la calle Espín y Vicente Ruiz Llamas.
La incorporación del espacio está enmarcada en el Compromiso Marco con horizonte en 2032 que pretende la transformación de todo el territorio municipal. La intervención, de poco más de dos meses de trabajo, ha contado con un presupuesto de 46.500 euros. Se integra dentro del proyecto denominado ‘Implementando el Plan de Acción de la Agenda Urbana de Lorca en el Casco Histórico y Monumental de la Ciudad.