Ayer presentó sus cuentas anuales con unos beneficios de casi un millón y medio de euros (1.416.361,84 euros) sin contar lo que pueda estar embolsándose con sus empresas filiales
Sosa afirma que un servicio público como el agua potable no debería ser un negocio y no debería aportar beneficios a nadie, salvo a los lorquinos
Desde que la ultraderecha de VOX ha entrado en el Ayuntamiento, y pacta ordenanzas fiscales, tributos y precios públicos con el PP, los lorquinos pagan más impuestos y sufren recibos más abultados. Lo último que hicieron fue subir, a escondidas, un 3,5 % el precio público tan elevado como el del agua potable, cuando el que ya venían “sufriendo” los lorquinos era bastante inasumible para muchas familias de Lorca.
Estas injustas y desproporcionadas subidas del recibo del agua en Lorca, que avergüenzan a los políticos que las hacen posibles, y que sus responsables pretenden esconder, son las que posibilitan los abultados beneficios de una empresa privada que jamás debió hacerse con un servicio público tan estratégico para Lorca como el del ciclo integral del agua.
Otro año más la empresa de aguas se embolsa casi un millón y medio de euros. Desde la izquierda, afirma Sosa, casi ni nos enteramos, ya que antidemocráticamente la extrema derecha nos ha echado del consejo de administración de esa empresa, para así poder seguir metiendo sus manos en los bolsillos de los ciudadanos con más alegría, con más impunidad, e intentando que pase desapercibida esta privatización de ganancias.
Sosa afirma que los ciudadanos de Lorca deberían “echar las cuentas” y tener claro que la derecha en el poder, más todavía cuando se apoya en la extrema derecha, sólo perdona y rebaja los tributos a los que más tienen y siempre acaba haciendo descansar toda la carga tributaria que hace posible los ingresos públicos en las espaldas de los trabajadores.
El edil de izquierdas ha invitado al pueblo de Lorca a hacer varias reflexiones en torno a estas nuevas cuentas anuales de “Aguas de Lorca” con las que se embolsan 1,5 millones de euros. Unas cuentas que, afirman desde la izquierda:
1ª.- Son posibles porque hace ahora 28 años, el Ayuntamiento de Lorca, con la única oposición de IU, decidió vender el servicio público del agua en Lorca a una multinacional del negocio del agua, lo que ha provocado un escandaloso incremento de los recibos que pagan los ciudadanos en estas casi tres décadas.
2ª.- Son posibles ya que, durante estos 27 años, se ha dejado solos a los concejales de IU en la defensa del rescate y la remunicipalización del servicio, y también en defensa de una revisión lógica del accionariado de la empresa en función de la naturaleza (pública o privada) de las inversiones que se han ido produciendo en el servicio en todo este tiempo y que han sido, casi en un 100%, con dinero público.
3ª.- Son posibles al asentarse en varias irregularidades que debieran corregirse. La primera es que en Lorca la contraprestación que abonan los ciudadanos por el recibo es considerada un “precio público” y no, lo que debería ser, una “tasa”. De ser una tasa, por definición legal, lo que pagan los ciudadanos nunca excedería en su conjunto del coste del servicio, pudiendo dar lugar tanto a una rebaja sustancial de los recibos que pagan los lorquinos, como a un mayor control público sobre
la gestión que hace la parte privada de “Aguas de Lorca”.
4ª.- Pero es que, además, otra de las cuestiones que engorda el recibo es la falta de control público sobre los costes del servicio, que pueden estar inflándose artificialmente cuando la empresa privada contrata bienes, obras y servicios a empresas filiales, creadas por ellos mismos al efecto, en lugar de sacar las mismas a licitación y concurrencia pública.
Por último, apunta Sosa, la consideración de “precio público” en lugar de “tasa”, hace posible quitarle al Pleno del Ayuntamiento el debate sobre su modificación, dando competencias al respecto a un órgano antidemocrático que no respeta la pluralidad política de Lorca.