- Las temperaturas estarían cerca la media de estas fechas en la mitad occidental de la Península, en principio, sin la presencia de anomalías significativas en zonas de la vertiente cantábrica
- En la costa mediterránea podrían registrarse valores de 1 a 3ºC más altos respecto a la media
- En cuanto a las precipitaciones, se prevé una Semana Santa más lluviosa de lo normal en buena parte de la mitad norte y del oeste, especialmente en Galicia y Cantábrico occidental
Este año las anomalías cálidas se han dado en la mayor parte del planeta, siendo de gran magnitud en algunas regiones terrestres tanto en enero como en febrero. Cada mes transcurrido desde junio de 2023 hasta febrero de 2024 ha sido el más caluroso de toda la serie histórica.
El fenómeno de El Niño, junto con otros factores, ha sido lo que ha creado un aumento de la temperatura, agravando el calentamiento global. Así, la capacidad de absorción de calor atmosférico por parte de los océanos podría estar empezando a reducirse.
Una de las consecuencias de esta situación es la generación de intensos ríos atmosféricos y contribuyendo a que los fenómenos meteorológicos tengan un carácter más extremo.
En esta estación de transición, el chorro polar, conductor de borrascas y anticiclones, tiende a migrar hacia latitudes más altas. De esta manera, las borrascas atlánticas y los temporales mediterráneos crearían situaciones de vaguadas, descuelgues de DANAs y situaciones tormentosas en el interior peninsular dejando así precipitaciones importantes en algunas regiones españolas.
Ahora se está desarrollando el fenómeno de El Niño, aunque comienza a debilitarse. Aunque es pronto para determinar el efecto que tendrá en la primavera española, sí se nota de forma indirecta. Se espera que a nivel global marzo y abril de 2024 sigan siendo meses muy cálidos.
Elementos como el vórtice polar, el chorro polar y las altas temperaturas del Atlántico Norte y del Mediterráneo. Estos dos últimos ahora están mucho más cálidos de lo normal.
Aguas más cálidas suponen unas fuentes adicionales de calor y humedad, pero si no hay borrascas, frentes, vaguadas, etc. no debería pasar nada.
Para los días grandes de Semana Santa se espera que se instale un bloqueo anticiclónico en latitudes altas, en el entorno de Groenlandia-Escandinavia.
Las temperaturas estarían cerca la media de estas fechas en la mitad occidental de la Península, en principio, sin la presencia de anomalías significativas en zonas de la vertiente cantábrica. Sin embargo, en la costa mediterránea podrían registrarse valores de 1 a 3ºC más altos respecto a la media.
En cuanto a las precipitaciones, se prevé una Semana Santa más lluviosa de lo normal en buena parte de la mitad norte y del oeste, especialmente en Galicia y Cantábrico occidental.