El Servicio Municipal de Emergencias recibía hasta una decena de llamadas alertando de ramas caídas y el vuelco de contenedores.
En la base de Emergencias de Zarcilla de Ramos el ‘vendaval’ rompía la puerta y parte de la valla y caían las ramas de la higuera del Barrio.
Antonio David Sánchez: “Se llegaron a registrar rachas de viento de hasta 90 kilómetros por hora”.
La noche anterior dejaba en Lorca una decena de llamadas de emergencia que alertaba de la caída de ramas, el vuelco de contenedores y hasta el ‘volado’ por las fuertes rachas de viento de un panel sándwich de imitación de teja en la zona de Fuerzas Armadas, en Apolonia. “El viento fue muy fuerte, registrándose rachas de hasta 90 kilómetros por hora que ocasionaron incidencias en distintos puntos no solo del casco urbano de Lorca, sino también en las pedanías”, afirmaba el concejal de Emergencias y Protección Civil, Antonio David Sánchez.
En la calle Campuzano, en la zona de Fuerzas Armadas, una vivienda se quedaba sin tejado. “Se recibía un aviso que alertaba de que un tejado de una casa había sido desplazado. De inmediato se trasladaban los equipos de emergencias, aunque solo hubo que lamentar daños materiales”, detallaba. Acudían Bomberos, Policía Local y Servicio de Emergencias.
En la Rambla de las Señoritas, en el barrio de La Viña, el viento arrancaba un árbol y en Martín Morata se desgajaban varias ramas de un gran pino. “Los equipos de Emergencias Municipal procedían esta mañana a la retirada cortándolas previamente con maquinaria específica”, explicaba el edil de Emergencias y Protección Civil.
El viento también ocasionaba la rotura de la mayor parte de las largas ramas de la higuera del solar donde se pretende construir el Centro Médico de San Cristóbal. “La copa estaba apoyada en las paredes de la edificación. El estado de ruina que tenía la edificación antes de la demolición impedía por razones de seguridad acceder al inmueble. Las paredes de la edificación hacían de sustentación de todas las ramas y crecieron con alteraciones. El aire ocasionaba su desplome. Las ramas no tenían consolidación mecánica para aguantar su propio peso estático y dinámico que se genera con el aire. Además, la copa presentaba ramas con fisuras y algunas intersecciones con ángulos muy agudos”, aportaba Sánchez.
En la Base de Emergencias de Zarcilla de Ramos el viento arrancaba, literalmente, parte de la valla y de la puerta de entrada. Por momentos, añadía, también se registraba fuerte lluvia, “aunque se contabilizaron poco más de dos litros por metro cuadrado”, concluía.