La jumillana cerró 2022 con unas ventas de 1.021 millones de euros y un beneficio neto de 43 millones
La jumillana J. García Carrión es la tercera empresa de la Región que entra en selecto club de sociedades que facturan más de mil millones de euros. En 2022, este ránking lo encabezó El Pozo Alimentación que, con unas ventas de 1.662 millones, superó a la Hermandad Farmacéutica del Mediterráneo, quien tradicionalmente venía ocupando este puesto. Hefame cerró el último ejercicio con una facturación de 1.611 millones.
En tercer lugar se sitúa la productora de vinos y zumos J. García Carrión SA y las 16 sociedades y dos fundaciones asociadas o vinculadas, con unas ventas de 1.021 millones, un 9,9% más que el año anterior, y unos beneficios netos de 43 millones, tras pagar 11,3 millones en impuestos sobre beneficios (el impuesto pagado en 2021 alcanzó los 14,9 millones).
El 60% de los ingresos procedieron de las ventas nacionales y el 40% restante de las exportaciones.
Estos beneficios se destinarán a reservas voluntarias (39 M€) y reservas de capitalización (4 M€), según se asegura en la formulación de cuentas e informe de gestión firmado por el Consejo de administración. O, lo que es lo mismo: el presidente, José García-Carrión; su vicepresidenta, Rafaela Corujo, esposa del presidente; y el hijo de ambos, Luciano García-Carrión Corujo, como vicepresidente segundo. Y así lo ratifica el abogado David López Medina, director de los servicios jurídicos de la empresa y secretario no consejero del Consejo.
Los García-Carrión hacen alarde de que el buen resultado del ejercicio se ha debido a un control del incremento de los costes de materias primas: uva y frutas y hortalizas para elaborar los vinos, los zumos y las bebidas y cremas vegetales, además de gazpachos y salmorejo. Afirman también que han continuado conteniendo los “gastos superfluos”.La plantilla de la empresa se mantuvo estable el pasado año, con 203 trabajadores, cuatro más que en 2021.
Como hito destacable, a finales de diciembre de 2022, el grupo registró la absorción de ocho de las sociedades por parte de J. García Carrión Jumilla, S.L.U., que en ese momento cambió también su denominación social a García Carrión 1890.