Se trata de una enorme higuera que podría embellecer la zona donde habita desde hace décadas, dando sombra y cobijo a diferentes especies de aves y además higos que podrían recogerse para cederlos a alguna institución, como el Asilo de San Diego
Desde la Plataforma del Paisaje agradecemos a la Concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Lorca, María Hernández Benítez, su interés y predisposición para evitar que el único ejemplar arbóreo de la zona, donde se plantea construir el centro médico de San Cristóbal, termine hecho astillas entre los escombros de las antiguas edificaciones, que serán derribadas en breve, para poder usar el solar como aparcamiento, en tanto no se proyecte y comience la construcción del nuevo Centro de Salud.
“La higuera de San Cristobal” ha crecido durante los últimos 50 años hasta alcanzar una altura de más de 15 metros. No hay en toda la ciudad de Lorca un ejemplar de esta especie, siendo incluso visible incluso desde el otro lado del rio.
Desde la Plataforma del Paisaje estamos seguros que es posible su integración en el proyecto del nuevo centro de salud. Dicha infraestructura de seguro contará con zonas ajardinadas y sería absurdo cortar un árbol de medio siglo, para plantar cualquier otro tipo de arbusto y esperar otros 50 años a que crezca, con los recursos hídricos y humanos que requiere.
De la misma manera que se respetan los edificios antiguos y se integran sin problemas en construcciones nuevas y modernas, como el caso del claustro de la Merced o el puente de la Torta, creemos que así debe hacerse en el caso de los árboles.
Estamos seguros que “la higuera de San Cristóbal” se convertirá en emblema de la nueva y remodelada zona y dará solera a los edificios y calles que se creen alrededor del nuevo centro de Salud. Además de ser un pulmón de oxígeno y refugio de las aves, que tan necesarias son en la lucha contra los mosquitos y moscas.
Creemos que la belleza y el porte de dicha higuera ayudará a integrar construcciones modernas, como el centro de salud y la pasarela en un entorno privilegiado y engrandece la belleza del conjunto monumental de la iglesia de San Cristóbal, el atrio y jardines de la misma, así como la casa del Paso Encarnado, sede de la Archicofradía del Santísimo Cristo de la Sangre, para que se transforme en un nuevo polo de atracción turística de nuestra ciudad, como ya lo son las sedes de los pasos Blanco y Azul. Para ello es necesario un urbanismo amable con el ciudadano y armónico con el espíritu del barrio de San Cristóbal.
Nos congratularía mucho ver que el nuevo equipo municipal, lleva a cabo su compromiso electoral de dotar a Lorca con más zonas verdes y respetar los árboles ya existentes.